31 de mayo de 2017

Recital por la memoria, en la Biblioteca Provincial



Guillermo Plaza y Luis Palavecino presentarán este sábado 3 de junio el “Recital poético musical por la memoria”. 

La cita es a las 20, en la Biblioteca Provincial (Belgrano y Sarmiento).

La propuesta de la jornada es una fusión entre los poemas de Plaza y la música de Luis Palavecino, tecladista del grupo Los Azotes, grupo que acompañó las jornadas en las que se juzga a militares por terrorismo de estado.

De Guillermo Plaza los lectores de La Gaceta pueden conocer que Guillermo es médico, diaguita y un poeta comprometido. Transcribimos a continuación uno de sus poemas, pero si quieren leer algo más del autor después vayan a esta nota.


Cuando la casa parecía quedarse sola 

Y las habitaciones indemnes

Aparecieron innúmeros retratos como nuevos

Integrantes

Viejos juguetes guardados

Sillones tapizados

Llenando de madre los espacios inertes

A la espera de nosotros cada verano

Junto a los hijos y las chirimoyas

Nuevas costumbres fueron impregnando la casa

Al igual que el humo de los sahumerios en cada primero

De Agosto

La pimienta molida en el mortero

La cena servida bajo la noche

La sobremesa de palabras y vinos desfondados.

Los arreglos de madre llegaron a cubrir hasta el

Horizonte de todas las casas:

Un ventanal con pájaros al amanecer y cúpulas de iglesia

Otra ventana para que entren las uvas abriladas

Una galería abierta empapándose de dique y montaña.

Y vamos comprendiendo que los arreglos de madre

Son las refacciones necesarias que vamos haciendo a

Nuestras vidas

Para no dejar las cosas en sus sitios estancos.

Fuente: La Gaceta

29 de mayo de 2017

LOS TRES CONSENSOS DEL MERCOSUR. ENTRE LA AUTONOMÍA Y LA DEPENDENCIA


Por Mariana Vazquez (UBA)


“El continente austral está situado en el ´espacio económico y geopolítico´ de la mayor potencia imperial del orbe. Es un dato ineludible. Es la región de la periferia más insertada, mejor articulada en la “economía internacionalizada”, en la “transnacionalidad”. Si desea alcanzar las metas de su desarrollo autónomo, de una justa distribución del ingreso y de una democracia pluralista estable, debe liberarse de su dependencia, intolerable en el encuadre de la crisis económica internacional.”
Vivián Trias, 1979.


El MERCOSUR nace el 26 de marzo de 1991 cuando Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay firman, en la capital paraguaya, el Tratado de Asunción. La reflexión sobre estos más de 25 años de integración nos muestra al bloque como una geografía económica, política, cultural y jurídico-institucional en la cual han buscado plasmarse los diversos y antinómicos proyectos que disputan su hegemonía en América del Sur. La contradicción principal, hoy como ayer, es aquélla entre un proyecto de integración autonómico, y un proyecto de integración profundamente dependiente.

Con esa antinomia fundante como base, se expresan los matices, tensiones y contradicciones de procesos históricos que nunca son lineales. En cualquier caso, sólo proyectos autonómicos pueden ser profundamente democráticos, dado que buscan crear las condiciones para el real ejercicio de la voluntad popular, reduciendo los condicionantes externos, ajenos a ella.

La integración, en esta deriva autonómica y emancipatoria, plantea desafíos en múltiples niveles, dado su anclaje en la articulación de proyectos nacionales que, incluso siendo igualmente autonómicos en sus principios fundamentales y en el núcleo central de sus políticas públicas, no necesariamente son convergentes o complementarios, como no lo son tampoco las estructuras económicas de los Estados que los conforman o las matrices de ideas que se ponen en juego en el proyecto de unidad regional.

Mucho debemos reflexionar y debatir aún sobre la historia reciente de la integración sudamericana, para construir una doctrina de la integración que, anclada en las tradiciones más nobles del pensamiento emancipatorio latinoamericano, nutra nuevos proyectos de unidad, en un contexto mundial incierto, complejo y en transición hacia una configuración que aún es difícil avizorar.

Contamos aquí esta historia a partir de la referencia a tres consensos, o conjuntos de ideas y políticas, que han predominado en el MERCOSUR en cada una de sus diversas etapas, sin desaparecer jamás la contradicción fundamental y permanente entre aquellos dos proyectos.

El MERCOSUR y su primer consenso: Asunción I

Como mencionamos previamente, el MERCOSUR nació el 26 de marzo de 1991 en la ciudad de Asunción. Surgió en pleno apogeo del neoliberalismo, aquella matriz de ideas que dio lugar al denominado Consenso de Washington y a las políticas que en él se basaron: desregulación de los mercados, apertura indiscriminada de las economías, privatizaciones, etcétera.

El MERCOSUR constituyó, fundamentalmente considerando aquello establecido por el Tratado de Asunción que realmente se implementó (su programa de liberalización comercial), un cerrojo jurídico-institucional regional de aquellas políticas. Tanto en la dimensión de la economía política de la integración, como en la estrictamente jurídico-institucional, se intentó con relativo éxito generar un efecto candado de las políticas económicas implementadas en el período, buscándose así su irreversibilidad.

De hecho, el cambio de enfoque en un sentido neoliberal de la integración, de una integración que, en el Cono Sur, había nacido a mediados de la década del 80 a la luz de las nuevas democracias reinstauradas, tuvo lugar un año antes de la firma del Tratado de Asunción. En 1990, Carlos Saúl Menem y Fernando Collor de Melo firmaron el Acta de Buenos Aires, que echó por tierra una integración política, integral y orientada por los Estados iniciada en la década previa.

En lo económico-comercial, de una integración basada en los principios de gradualidad, simetría, equilibrio intrasectorial y que buscaba la conformación de un patrón de comercio intraregional, al tiempo que consideraba las asimetrías y el impacto social de la progresiva desgravación arancelaria, se pasó bruscamente a una desgravación arancelaria generalizada, lineal y automática, en un plazo ínfimo, sin ninguna consideración de las inmensas asimetrías entre los Estados y al interior de los territorios, ni de los impactos sociales que supondría la renuncia a una integración administrada. El cambio “metodológico” de la integración no fue más que otro ámbito de aplicación del enfoque y las políticas del Consenso de Washington.

La lectura de esta época en relación con la integración regional va delineando una cuestión que nos parece fundamental: la imbricación entre el proyecto de integración regional que se promueve en un determinado momento o contexto histórico, y la definición en cuanto al proyecto nacional que se busca impulsar. El regionalismo abierto, concepto que utilizó la CEPAL para caracterizar a las modalidades de la integración que surgieron en esta etapa, no puede ser concebido fuera del contexto de la implementación de las políticas de reforma estructural encaminadas en el marco de las ideas hegemónicas de la época.

El MERCOSUR del Consenso de Buenos Aires

A partir de la llegada al poder de gobiernos populares en los Estados partes del bloque, en el marco de un proceso que se inicia con Luiz Inácio Lula da Silva y Néstor Kirchner en 2003, el MERCOSUR deja de ser concebido como una mera plataforma comercial, para devenir un espacio de concertación política en la búsqueda de mayores márgenes de autonomía para la promoción de las propias políticas de desarrollo, así como un instrumento para el fortalecimiento de las democracias y la ampliación de derechos, buscándose establecer un piso regional en principio irreversible.

Se promovieron, asimismo, articulaciones políticas que buscaron re-inventar principios y prácticas de solidaridad y acción colectiva a nivel regional, más o menos institucionalizadas.

Se trató de un proceso no lineal, con las contradicciones y tensiones propias de todo proceso de cambio, pero con rasgos bien definidos. Hubo una lógica común en la cual la profundización de la democracia en todas sus dimensiones fue uno de los pilares fundamentales del proyecto de integración, buscándose la inclusión desde las políticas públicas y desde la participación en diversos ámbitos institucionales, en línea con los cambios profundos que estaban teniendo lugar en los planos nacionales. El MERCOSUR interpeló a nuevos sujetos sociales a partir de la creación de ámbitos para la participación de organizaciones y movimientos sociales, y para el diálogo político con diversos sectores de la sociedad, excluidos en la década previa.

Este cambio de época tuvo un referente paradigmático en el Consenso de Buenos Aires, documento firmado por Lula Da Silva y Kirchner el 16 de octubre de aquel 2003, contundente respuesta al Consenso de Washington en los nuevos tiempos. Cada uno de sus puntos se plasmó, a lo largo de la siguiente década, en posicionamientos, propuestas, políticas y nuevas instituciones en el MERCOSUR.

El artículo 1 del Consenso de Buenos Aires estableció el derecho de los pueblos al desarrollo, el cual fue uno de los principios políticos ordenadores por excelencia de la nueva etapa, tanto en el plano interno como en el regional e internacional. Desarrollo, caro concepto que volvió a ser base del discurso político, de la definición de políticas públicas, de las estrategias de inserción internacional y a ser concebido por sectores relevantes del liderazgo político y social regional como un eje del proyecto de integración.

La etapa del MERCOSUR que nació en 2003 no pudo dejar de reflejar la profunda transformación que tenía lugar en el escenario regional; tampoco sus tensiones y contradicciones. Destacamos aquí algunos elementos centrales de esta etapa.

En primer lugar, como signo de la época, la comprensión histórica, por parte del liderazgo político, es decir, de los jefes y jefas de Estado, del valor estratégico del proyecto de unidad regional, desde una mirada autonómica. Esta concepción de la integración no necesariamente se funda en condiciones materiales que la favorezcan. La base material que sustenta la integración no fortalece “naturalmente” las iniciativas tendientes a transformar la integración regional con un sentido de proyecto común de desarrollo. Esta complejidad se exacerba en el marco de la actual crisis económica internacional.

En segundo lugar, es preciso destacar como un elemento más de esta etapa, la incorporación y jerarquización de nuevas agendas y sujetos sociales en el proceso de integración regional. El MERCOSUR se ha vuelto mucho más complejo, denso y rico, incorporando nuevas dimensiones y aspectos. Sin hacer una presentación exhaustiva, vale mencionar que políticas acordadas en agricultura familiar, integración productiva, cooperativismo, migraciones, derechos humanos, etc., cobran existencia en el bloque fundamentalmente a partir de 2004.

En tercer lugar, debemos mencionar la transformación de los objetivos políticos de dimensiones pre-existentes, en un sentido ya no mercantil sino de ampliación de derechos. Espacios institucionalizados de definiciones políticas conjuntas que nacieron en la primera década como, por ejemplo, los órganos responsables de la dimensión socio-laboral del bloque, cambian ahora sus objetivos y mirada en el sentido señalado.

En cuarto lugar, el MERCOSUR ha creado durante esta etapa instituciones, metodologías y prácticas de nueva generación para promover la participación social en el bloque. Durante la primera década del proceso de integración los movimientos sociales, particularmente el movimiento sindical, habían arrancado al neoliberalismo la creación del Foro Consultivo Económico y Social, definido por el Protocolo de Ouro Preto como el ámbito institucional de representación de los sectores económicos y sociales, y la composición tripartita de los nacientes órganos socio-laborales.

A partir de 2003, tanto en los planos nacionales como regional, comenzaron a tener lugar innovaciones institucionales y de diverso tipo vinculadas con la cuestión de la participación social y la integración.

Esto último se manifestó fundamentalmente de tres formas. En primer término, varias de las instituciones creadas en esta nueva etapa, especialmente las reuniones especializadas, comenzaron a prever mecanismos de participación social en su seno. En segundo término con la realización, durante cada presidencia pro tempore y de manera ininterrumpida desde 2006, de las Cumbres Sociales del MERCOSUR. En tercer término, con el establecimiento de un incipiente acervo normativo al respecto. Y por último, para completar el mapa, la creación, en diciembre de 2010, de la Unidad de Apoyo a la Participación Social del MERCOSUR (UPS), con la función de dar apoyo a este incipiente sistema de participación.

En quinto lugar, es característica de esta etapa la creación de una institucionalidad acorde con estos cambios (a modo de ejemplo, el Parlamento del MERCOSUR, el Instituto Social del MERCOSUR, el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos, o la misma UPS, ya mencionada).

En sexto lugar, la creación de mecanismos para enfrentar la cuestión de las asimetrías entre los países, con sentido redistributivo, involucra por primera vez en la historia del bloque un elemento solidario central, plasmado en el diseño del Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR (FOCEM). La distribución de los aportes al FOCEM es la siguiente: Brasil, 70%; Argentina, 27%; Uruguay, 2%; Paraguay, 1%. Inversamente, Brasil y Argentina se benefician con un 10%, mientras que Uruguay recibe un 32% y Paraguay un 48%. En su primera década, hasta 2014, de los aproximadamente mil millones de dólares en proyectos del Fondo de Convergencia Estructural aprobados, el 65,65% se ha ejecutado en proyectos en Paraguay y el 24,17% en Uruguay, es decir, en las economías menores. De cuarenta y tres proyectos estatales presentados, diecinueve han sido de Paraguay y doce de Uruguay. Sin embargo, la distribución de los aportes considera las asimetrías, como vimos, y se establece evaluándose la media histórica del Producto Bruto de la región.

En séptimo lugar, la reafirmación de posiciones de tinte autonómico a nivel hemisférico, simbolizadas paradigmáticamente por el rechazo del proyecto estadounidense de conformación de un Área de Libre Comercio Americana. La “muerte del ALCA” fue la condición de posibilidad de la creación de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), años después. La UNASUR y la CELAC, vale destacar, reunieron por primera vez en la historia de la región a los Estados que las conforman. Se trató de un momento extraordinario para América Latina y el Caribe, y de una velocidad de institucionalización significativa.

Por último, un elemento clave de esa etapa y clave también, como veremos, en el presente, la ampliación a la República Bolivariana de Venezuela y, en proceso, al Estado Plurinacional de Bolivia.

El Consenso de Asunción II. Las dinámicas de restauración

El 22 de junio de 2012, las fuerzas que encarnaban las dinámicas restauradoras subyacentes en la región llevaron a cabo un golpe parlamentario contra el presidente del Paraguay, Fernando Lugo. Esto dio lugar, por un lado, a que ese país fuera suspendido del MERCOSUR y, por otro, a una paradoja no esperada por los golpistas: que la República Bolivariana de Venezuela adquiriera el estatus de Estado parte, que había estado bloqueado hasta entonces por la ausencia de ratificación del Congreso paraguayo.

Invocando el Protocolo de Ushuaia sobre Compromiso Democrático, el 29 de junio de aquel año los jefes y las jefas de Estado de Argentina, Brasil y Uruguay decidieron suspender a la República del Paraguay. En la misma fecha, y teniendo en cuenta el Protocolo de Adhesión de la República Bolivariana de Venezuela al MERCOSUR, firmado en la ciudad de Caracas el 4 de julio de 2006, decidieron el ingreso de este país al bloque.

El golpe de Estado fue un golpe a la democracia paraguaya, pero fue también y fundamentalmente un golpe al proyecto autonómico, inclusivo y democrático de integración sudamericana que se estaba buscando anclar en la región, tal como se iba configurando en el MERCOSUR del Consenso de Buenos Aires y en el marco de la UNASUR. En términos del proyecto político y económico de integración, la derecha triunfante en Paraguay impuso a un gobierno que abandonó la perspectiva democrática y de ampliación de derechos promovida previamente, y que comenzó a promover una integración mucho más abierta al mundo, proclive a los acuerdos con economías fuertemente desarrolladas.

La asunción, por parte de Tabaré Vazquez, de su segundo mandato en Uruguay el 1 de marzo de 2015, con un discurso favorable al libre comercio ya sin disimulos, abonó el terreno sembrado previamente por el gobierno de Paraguay. A partir de la llegada de Mauricio Macri al gobierno de Argentina, en diciembre del mismo año, un nuevo Consenso fue tomando forma y quedó plasmado en los discursos predominantes de las Cumbres de jefes de Estado que tuvo lugar en Asunción en aquel mes. Sólo restaría esperar al golpe de Estado contra el gobierno de la presidenta Dilma Roussef, en 2016, para que un nuevo proyecto buscara imponerse en la región.

Este proyecto, en la dimensión de la economía política de la integración, implica una degradación del proceso de integración que, en su versión extrema, lleva a que el MERCOSUR se convierta en una zona de libre comercio en la cual los Estados puedan firmar acuerdos de libre comercio con países o bloques sin el acuerdo de sus socios. Esta versión, paradójicamente, se corresponde con la propuesta del gobierno del Frente Amplio de Uruguay. El único veto posible a esta reorientación del proyecto regional se encontraba en la República Bolivariana de Venezuela, y he aquí una de las puntas del ovillo que nos lleva a la reciente suspensión de este país, en diciembre de 2016.

A pesar de que aún es muy pronto para dar una real dimensión al impacto del giro político regional sobre el esquema de integración, se visualiza ya un vaciamiento de las dimensiones política, social y ciudadana del MERCOSUR y una jerarquización de la agenda comercial, en el marco del enfoque alineado con la degradación que planteamos previamente. Se trata de un proyecto fuertemente dependiente, al mismo tiempo que se basa en un total desprecio del régimen democrático y del Estado de derecho. No podemos dejar de lado que este proyecto de integración, la cara dependiente y excluyente de la antinomia, se ha buscado imponer en el MERCOSUR a partir de dos golpes de Estado (Paraguay y Brasil) y un golpe institucional (suspensión de Venezuela), que contó con la complicidad de gobiernos elegidos democráticamente.

La República Bolivariana de Venezuela hoy. Pieza clave de la antinomia

El 12 de julio de 2012, muy poco tiempo después de haberse producido el golpe de Estado en Paraguay, el portal Carta Maior resumía un documento elaborado por el profesor Samuel Pinheiro Guimaraes de la siguiente forma “La política exterior norteamericana en América del Sur sufrió las consecuencias totalmente inesperadas de la prisa de los neogolpistas paraguayos por asumir el poder, con tamaña voracidad que no podían aguardar hasta abril de 2013, cuando serán realizadas las elecciones, y ahora articula a todos sus aliados para hacer revertir la decisión del ingreso de Venezuela. La cuestión de Paraguay es la cuestión de Venezuela, de la disputa por influencia económica y política en América del Sur.”[1]

Alertaba ya Pinheiro Guimaraes, a pocos días del golpe de Estado, sobre cómo la deriva dependiente de esta antinomia fundante haría todo por dejar a Venezuela fuera del MERCOSUR. El veto paraguayo, señalaba, era estratégico para los EEUU. La entrada de Venezuela, una jugada de la historia imprevista por los golpistas. ¿Por qué era estratégico para EEUU?

Describía Pinheiro Guimaraes en aquella nota el objetivo histórico y permanente de EEUU en América del Sur de incorporar a todos los países de la región a su economía, así como las formas que éste adoptaba en el período: centralmente la búsqueda de la adopción en América Latina y el Caribe de normas que permitan la liberalización lo más amplia posible del comercio, las finanzas y las inversiones, de los servicios y de la protección de la propiedad intelectual, a través de la negociación de acuerdos de nivel regional o bilateral. Sumado a ello, describía el objetivo vital estadounidense relativo a la provisión de energía. Ambos objetivos fueron bloqueados con la llegada de Hugo Chavez al gobierno de Venezuela, desencadenándose entonces una campaña regional y mundial contra dicho gobierno. Ése es el marco, incluso, del golpe de Estado que tuvo lugar en aquel país en el año 2002, siendo George W. Bush uno de los primeros en reconocer al coyuntural gobierno golpista.

“El ingreso de Venezuela al MERCOSUR tendría cuatro consecuencias: dificultar la ´remoción´ del presidente Chavez a través de un golpe de Estado; impedir la eventual reincorporación de Venezuela y de su enorme potencial económico y energético a la economía americana; fortalecer al MERCOSUR y tornarlo aún más atractivo a la adhesión de los demás países de América del Sur; dificultar el proyecto americano permanente de creación de un área de libre comercio en América Latina, ahora por la eventual ´fusión´ de los acuerdos bilaterales de comercio, del cual la Alianza del Pacífico es un ejemplo.”[2]

El nuevo consenso que comenzó a tomar forma en Asunción en diciembre de 2015, luego de la llegada al gobierno de Mauricio Macri en Argentina, fue la base para la reactivación de los intentos de expulsar a Venezuela del MERCOSUR. A partir de entonces, diversos fueron los instrumentos y maquillajes pseudo-jurídicos que buscaron cumplir aquel objetivo, alcanzado en diciembre de 2016.

La suspensión de la República Bolivariana de Venezuela es contraria al derecho del MERCOSUR y al derecho internacional, lo cual es de una gravedad inédita en los 25 años de historia del bloque y nos coloca en un lugar que se ha reiterado tristemente en nuestra historia reciente: la búsqueda de imponer un proyecto económico y político, a través del total desprecio del Estado de derecho.

Tres consensos. Dos proyectos

Hoy, como ayer, la antinomia que deja entrever Vivian Trias en la cita con la que comenzamos el artículo sigue presente en nuestra región. La historia del MERCOSUR es una expresión viva de ella. Hoy como ayer, la deriva independiente, inclusiva y profundamente democrática para América Latina y el Caribe, sólo será posible en unidad. Nuevas reflexiones sobre la historia reciente de nuestra integración deben buscar comprender las causas más profundas de la imposibilidad de su realización, para procurar formas políticas, formas de lucha, que enfrenten el desafío de su construcción.


[1] Pinheiro Guimaraes, Samuel, “Estados Unidos, Venezuela e Paraguay”, en Carta Maior, 12 de julio de 2012.

[2] IBIDEM.

28 de mayo de 2017

Si los mexicanos perdemos el control sobre el maíz perderemos la identidad para siempre: Toledo Manzur


“Los mexicanos perdimos ya el control sobre el petróleo: si los mexicanos perdemos el control sobre el maíz, vamos a perder la identidad para siempre. El maíz es el emblema fundamental de este país”, señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Manuel Toledo Manzur, haciendo referencia a las grandes corporaciones que utilizan granos transgénicos que constituyen un peligro de sanidad en la alimentación por la contaminación genética que provocan.

Esto fue mencionado el pasado viernes durante la presentación del libro Utopística agroecológica. Innovaciones, campesinas y seguridad alimentaria en maíz, elaborado por Toledo y el agroecólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) Miguel Ángel Damián Huato, llevada a cabo en el marco de la XXIX edición de la Feria Nacional del Libro (Fenalli) en el Complejo Cultural Universitario.

En su intervención, el reconocido intelectual de la UNAM indicó que las grandes corporaciones como Monsanto, que tienen la intención de introducir maíz transgénico en México utilizando procesos que envenenan el ambiente y los ecosistemas, han sido apoyadas por el gobierno mexicano a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), así como por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en lugar de estar de lado de la cultura y memoria del país.

“Como ustedes saben, le acabamos de ganar una vez más a Monsanto, a las grandes corporaciones que quieren meter maíz transgénico les hemos ganado una batalla legal más, una batalla legal en la cual el gobierno mexicano, principalmente la Sagarpa y la Semarnat, han estado de lado de las corporaciones y no del lado de los mexicanos ni de la historia, ni de su cultura ni de su memoria”, manifestó.

Utopística agroecológica, contribución para la defensa del maíz

Toledo Manzur señaló que el libro bajo su autoría y la del investigador Damián Huato es una contribución más para la defensa del maíz en la realidad actual de la nación.

El también colaborador de La Jornada, precisó que la obra se ubica alrededor de tres conceptos: La utopística, la agroecología y el maíz.

La utopística, explicó, es un término propuesto por el famoso sociólogo e intelectual de origen estadounidense, Immanuel Wallertein, que a diferencia de la utopía, puede concretarse porque deriva de un análisis del presente, permitiendo la realización de modelos para el futuro que tienen altas probabilidades de realización.

Asimismo, el libro toca el tema de agroecología, nueva corriente surgida en las últimas tres décadas debido a la crisis ecológica y ambiental que enfrenta el mundo.

60% de los alimentos consumidos en el mundo son generados por pequeños productores

Toledo Manzur refirió que en los últimos años se han desmentido mitos en el ámbito de la producción alimentaria, pues se pensaba que los alimentos procedían, en mayoría, de los sistemas modernos agroindustriales que utilizan maquinaria pesada, pesticidas, agroquímicos y transgénicos, no obstante hace algunos meses la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO, reconoció que 60 por ciento de los alimentos que consumen los 7 mil millones de seres humanos en el mundo, provienen de los pequeños productores y campesinos.

La agroecología reconoce el conocimiento transmitido por las culturas mesoamericanas

La agroecología reconoce la importancia de la producción alimentaria de manera sana, ya que los sistemas campesinos operan de manera adecuada los recursos, a diferencia de los sistemas agroindustriales modernos, impulsados por la Sagarpa ,que emiten alrededor de 25 a 30 por ciento del gas efecto invernadero que provoca el cambio climático.

Esta nueva disciplina científica de principios ecológicos “deja de lado esta actitud soberbia de la ciencia” para admitir los antiquísimos conocimientos de producción alimentarias que existen gracias a las culturas mesoamericanas, informó el científico.

Detalló que el aumento de la población indígena en México se debe a que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), anteriormente, calculaba a este segmento de población por la cantidad de personas que hablaran una lengua indígena, sin embargo en el año 2000, el instituto preguntó a los encuestados si se consideraban parte de un grupo étnico. Dicho factor ha incrementado el número de población nativa debido, entre otros aspectos, a los movimientos de resistencia en México como el zapatismo.

“No estamos en un país que está perdiendo su población originaria, su historia, su cultura, su memoria, al contrario y esto tiene que ver con el zapatismo y los movimientos de resistencia en México”, subrayó.

La agroecología ha generado una revolución en América Latina. En México se tiene registradas por lo menos 2 mil experiencias exitosas que hacen uso de esta disciplina científica en expansión y ha sido adoptada tanto por investigadores, técnicos, productores, organizaciones campesinas, así como por cocineros profesionales. Por lo cual en los próximos meses se realizarán congresos nacionales e internacionales con esta temática.

Relevancia del maíz para la sociedad rural: nutriente biológico y cultural

Por su parte, el agroecólogo Damián Huato, expuso que en el primer capítulo del ejemplar se presenta la relevancia del maíz en la alimentación del pueblo mexicano, sobre todo para la sociedad rural, debido a que es un nutriente biológico y cultural.

Señaló que las entidades más pobres del país se encuentran especializadas en la siembra de este grano, pues de acuerdo con la Sagarpa, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla cubrían en 1980 el 28 por ciento del total de la superficie del maíz de temporal sembrado, sin embargo para 2014, cubrieron 35 por ciento.

Agregó que para la investigación fueron estudiados los modelos y programas agrícolas implementados por el gobierno mexicano: el de Sustitución de Importaciones y el Neoriberalismo, en los cuales “Los productores de maíz de temporal siguen siendo una asignatura pendiente”.

“Mostramos dos paquetes tecnológicos: uno para Cohetzala y el otro para San Nicolás de los Ranchos… son casi iguales, cuando las condiciones topoclimáticas son bien distintas; no podemos recomendar paquetes tecnológicos similares para condiciones distintas” dijo.

El investigador explicó que para la evaluación se construyeron dos índices enfocados en el factor tecnológico: el índice de apropiación de tecnologías radicales y el grado de empleo de tecnologías progresivas, debido a que se trata del elemento de producción que potencia las capacidades productivas de la tierra y del trabajador.

Mediante una evaluación realizada en los 60 municipios de Tlaxcala y en nueve de la entidad poblana se detectó que tan sólo 20 por ciento de los productores de maíz manejan el grano como monocultivo y 80 por ciento restante lo opera como policultivo.

Los científicos establecieron faros agroecológicos con el fin de probar los patrones tecnológicos de los productores de maíz exitosos y emplear los datos en su indagación.

Mediante estos faros, el investigador de la UAP refirió que en el municipio poblano de Jolalpan, en el ciclo agrícola pasado de temporal, se obtuvieron 2 mil 500 kilogramos de maíz por policultivo, es decir 5.3 veces más que en el monocultivo que registró menos de 500 kilogramos.

Damián Huato concluyó que las tecnologías más importantes son las tecnologías campesinas –agroecológicas– en el manejo de maíz, que presentan mayores rendimientos por hectárea, además de que que este tipo de sistemas mitigan las emisiones de gases efecto invernadero, conservan la biodiversidad y protegen los recursos hídricos, además de que gracias a la milpa se conserva el material genético de las diferentes especies de maíz.

La vicepresidencia vino con palos



La presencia de Gabriela Michetti en Rivadavia dejó un gusto a poco. Tuvo como prolegómeno una desenfrenada represión policial que se transformó en la respuesta más ágil de la que es capaz de dar el Gobierno frente a las demandas de los pueblos originarios.

La actividad oficial de la que vino a participar Michetti el viernes 26 fue la presentación del “Plan Agua Segura”. Un emprendimiento en el que interviene el Estado nacional y un sector privado que tiene al primero como principal patrocinador. La información oficial da cuenta de que se instalaron ocho purificadores de agua en la localidad de La Merced (a tres kilómetros de Santa Victoria Este).

El acto oficial – desarrollado en la escuelita del paraje La Merced con fuerte custodia policial – tuvo ausencias notorias: las de la mayoría de los caciques que, durante gran parte del viernes, permanecieron en la plaza central de Santa Victoria Este, reclamando la liberación de cuatro manifestantes apresados en la noche del jueves.

Tampoco asistió el cantante Jorge Rojas ni su familia, pese a que Michetti y Urtubey habían anticipado su presencia en el festival de la Cultura Nativa, organizado por el cantante. En un pueblo tan pequeño no tardó en conocerse el malestar de Rojas por la supuesta utilización politiquera de su iniciativa que este año cumplirá su novena edición.

La previa es represión

Una actividad de tal envergadura como la instalación de ocho purificadores de agua en un lugar donde la presencia de arsénico en el líquido elemento hace estragos en los pobladores, provocó una enorme conmoción social en gran parte del extenso departamento Rivadavia. El saldo de la represión fue la detención de cuatro referentes de las comunidades originarias que, al cierre de nuestra edición, esperaban la firma del juez Fernando Mariscal Astigueta para su liberación.

Este magistrado actuó una vez más a instancias del fiscal Armando Cazón, quien ordenó la represión. Mariscal Astigueta y Armando Cazón conforman una dupla que sigue en funciones gracias a la benevolencia de la mayoría del Jurado de Enjuiciamientos, que no hicieron lugar a las denuncias por su actuación en el caso de la niña discapacitada wichí de Alto La Sierra, la cual estuvo embarazada y en total estado de abandono durante siete meses tras una violación múltiple.

Los referentes de varias comunidades habían logrado establecer un contacto en la tarde del 25 de mayo con el ministro de Asuntos Indígenas, Luis Gómez Almaráz. Allí le plantearon la urgencia de los reclamos en tres ejes específicos: Salud Pública en estado de abandono, caminos vecinales intransitables gran parte del año y la problemática de las tierras y las posesiones.

El compromiso del Ministro fue concretar una nueva reunión al día siguiente. Mientras tanto, una manifestación se desarrollaba en el acceso al municipio de Santa Victoria Este. Los manifestantes aseguran que en ningún momento se cortó la ruta provincial 54 pero, sin mediar palabras, la policía los reprimió con balas de goma.

El gobierno que pondera el diálogo como una instancia capaz de resolver cualquier conflicto, estando en medio de esa instancia reprimió a los originarios y apresó a cuatro de ellos. La voracidad del accionar policial dispersó a los manifestantes y obligó a muchos de ellos a refugiarse monte adentro. Horas después, al reagruparse, se dieron con que los hombres de Carlos Cayetano Oliver habían destruido los neumáticos de una camioneta que los trasladó, además de secuestrar una veintena de motocicletas.

Entre los detenidos estuvo Pedro Lozano, un verdadero líder de las comunidades originarias del noreste provincial. Con él, fueron trasladados hasta una dependencia policial de Aguaray Giliberto Barbier, Pedro Galarza y Esteban Lozano.

Tolerancia cero con los pobres

Tanto los referentes de las comunidades originarias -caciques y presidentes de las juntas vecinales-, como el diputado provincial Ramón Villa, no dudaron en asegurar que la represión y el apresamiento de los cuatro dirigentes, tuvo como objetivo desarticular cualquier atisbo de protesta durante la visita del Gobernador y de la Vicepresidenta.

El allanamiento del camino y la obsesión por esconder los problemas endémicos de la zona pudieron más. La decisión claramente fue diseñada desde el Poder Ejecutivo ya que, según se supo en las últimas horas de ayer, el fiscal Armando Cazón deslindó responsabilidades a la hora de ordenar el desalojo de la protesta, en un “exagerado informe” de parte de la policía provincial, en el que se habló de un radicalizado corte de ruta.

Claro está que la policía provincial responde orgánica y políticamente al Poder Ejecutivo y un dato significativo fue la ausencia de explicaciones de los hechos por parte del ministerio de Seguridad. En un lugar tan lejano y en medio de la pobreza extrema, gobiernos como el de Macri y Urtubey se envalentonan en mostrar una comunidad paciente y armoniosa, aunque para ello acudan al uso de la fuerza. En definitiva, lo que estaba en juego una vez más era el enjundioso discurso del Gobernador ante el pueblo de Rivadavia, en el que resaltó la figura de Mauricio Macri superando en elogios a la propia Gabriela Michetti. El escenario de ese acto de demostración de adhesión ferviente al macrismo no podía ser empañado por ninguna protesta.

Domingo Cristian Paz

La muerte de Domingo Cristian Paz, el adolescente de 15 años de la comunidad San Patricio, ubicada en la jurisdicción de Rivadavia Banda Norte, ha despertado la creciente movilización en la zona.

Tal vez la muerte de un joven que se sobrepuso a las carencias y prometía convertirse en un referente de los suyos porque, como no muchos, cursaba la secundaria sin haber perdido años de escolaridad, haya sido el factor de la indignación generalizada.

Domingo esperó una semana la atención médica que no pudo llegar hasta el puesto sanitario del lugar donde vivía y, cuando llegó al hospital de Morillo, previo paso por el Centro de Salud de Los Blancos, murió. No hubo ambulancia ni helicóptero para salvarlo. Su familia, en un relato cargado de dolor e indignación, contó cómo, trepados a los árboles, buscaban señal de telefonía para pedir ayuda al hospital. Un cuadro desesperante y conmovedor.

La respuesta del ministro de Salud Pública de Salta, Roque Mascarello, fue la de pedir al Procurador General de la Provincia que ordene la investigación de la muerte del joven, la cual ya fue iniciada por la fiscal penal de Embarcación, Lorena Martínez.

Las sospechas de Mascarello recayeron en que el joven pudo haberse suicidado al ingerir una fruta silvestre tóxica que, curiosamente, no se encuentra en esta época del año. Además, hizo propia una versión acerca de que la familia se había negado al traslado del paciente hasta Morillo. A esto se sumó las declaraciones del Ministro en las que niega rotundamente la falta de medicamentos elementales en hospitales, centros de salud y puestos sanitarios de Rivadavia, y atribuyó las denuncias afines a “cuestiones políticas de quienes abandonaron el frente oficialista”. Tales dichos fueron entendidos como una dantesca provocación.

En esta ocasión, la arrogancia de un funcionario “multifunciones” no sometió a los originarios a la resignación. Tampoco la represión logró ese cometido y ya se anticiparon nuevas protestas.

Fuente: Cuarto Poder

25 de mayo de 2017

Evo Morales: “El racismo es un instrumento de dominación del capitalismo”




Este martes, el presidente de Bolivia, Evo Morales, participó de la V Sesión de la Red Iberoamericana contra la Discriminación, realizada en Santa Cruz de la Sierra. El principal eje que abordó en su discurso fue la importancia de la lucha contra el racismo.

Morales calificó al racismo como un “instrumento de dominación” frente al cual la respuesta mundial debe ser la construcción de un “planeta plurinacional”, de forma similar a cómo Bolivia, país de mayoría indígena, avanzó en la consolidación de un Estado plurinacional.

“El racismo es uno de los instrumentos de dominación, sometimiento y humillación no solamente en Bolivia, sino en todo el mundo; y no solamente en esta época de la historia”, dijo el jefe de Estado. Aseguró también que lo más difícil para su erradicación es lograr implementar las normas sancionadas al respecto.

Según Evo, los jóvenes deben ser quienes encabecen la lucha contra el racismo y la discriminación, por lo que sus propuestas deben ser escuchadas y tenidas en cuenta. “El peor enemigo de la humanidad y de las nuevas generaciones es el sistema capitalista; de eso debemos estar convencidos”, señaló e incluyó al racismo como parte de ese sistema de explotación y dominación.

Al analizar el caso particular de Bolivia, Evo consideró un paso fundamental la aprobación de la nueva Constitución, que consolidó el reconocimiento de la plurinacionalidad y una legislación verdaderamente integradora e incluyente. “Aquí en Bolivia costó bastante, sufrimos bastante en 2006, 2007 y 2008 para tener un Estado Plurinacional. Nuestra meta y nuestro deseo deben ser que tengamos una América plurinacional”, aseguró.

Este 24 de mayo se celebra en el país andino el Día Nacional contra el Racismo y toda forma de discriminación, en recuerdo de las humillaciones a más 50 campesinos, capturados en 2008 por una turba opositora y obligados a marchar semidesnudos en medio de agresiones físicas y verbales.

La sesión de la Red Iberoamericana -integrada por 18 países y más de 40 organizaciones estatales y de la sociedad civil- comenzó este martes y se extenderá hasta el jueves 25.

(*) Fuente: Notas Periodismo Popular

24 de mayo de 2017

Salud en crisis: Un periodista, un diputado y un cacique desmienten a Mascarello



A pesar de las sucesivas denuncias que se viralizan por la red en cuanto a la falta de medicamentos en salitas y hospitales del interior provincial, el ministro de Salud, Roque Mascarello, negó que la situación de desabastecimiento exista y sostuvo que se trata de videos ‘armados’ por ‘cuestiones internas de la política’. “Es una extorsión al Estado”, aseveró el funcionario.

“Me sorprende lo que dice el Ministro, nosotros filmamos el puesto sanitario de La Puntana y registramos el faltante de medicamentos”, aseguró Brian Salazar, periodista de Santa Victoria Este.

En tanto, el comunicador social explicó que, por la situación, los pobladores del lugar planean cortar las rutas, reclamando la presencia del Ministro. “Lo quieren hacer recorrer los puestos sanitarios para que él mismo vea lo que pasa”, apuntó.

Y agregó finalmente: “En Santa María no hay un medicamento, no puede Mascarello decir que es mentira, es el colmo que encima quiera hacernos quedar mal a nosotros”.

La culpa es del otro 

Días atrás, tras conocerse, mediante un video, el desabastecimiento del centro de salud de Misión La Puntana, en el norte provincial. El ministro de Salud, Roque Mascarello, fue consultado al respecto por el periodista Alexis Miranda de FM Noticias. El Ministro desmintió y aseguró que se trata de un video “armado” por cuestiones políticas y mandó al comunicador a “conocer el norte”.

El diputado por Rivadavia, Ramón Villa, opinó sobre el hecho, se mostró “sorprendido por la actitud que ha tomado el Ministro con el periodista” y declaró: “Hay muchos que tienen muy buena labia, pero no hay que salir a querer buscar chivos expiatorios, es vergonzoso esto”.

“La información es totalmente veraz, hay muchos puestos sanitarios de Rivadavia que no tienen ni siquiera un geniol”, aseveró el diputado, al tiempo que enfatizó: “Me voy a tomar el atrevimiento a invitarlo yo a él para que vaya, hable la verdad y no guitarree”.

Además expresó: “Echa la culpa a algunos funcionarios, pero yo hace 7 años que estoy en el frente oficialista y vengo denunciando negligencias por parte del Estado en muchos ministerios. Así que, que no se sorprenda”.

Frente a esa situación planteo una interpelación al funcionario desde la Cámara de Diputados, aunque no sólo por la falta de medicamentos, sino también por sus declaraciones responsabilizando a la familia del joven fallecido días atrás en Morillo por el hecho.

Al respecto sostuvo: “Ha sido muy triste cuando hacía mención a la muerte de un chico wichí de quince años, de la comunidad San Patricio en Rivadavia Banda Norte. La familia venía pidiendo la derivación, les decían que no y cuando lo trasladaron ya era tarde”.

“Con un cinismo total planeta situaciones totalmente alejadas de la realidad- continuó-. Yo no sé si algo le está pasando, porque para salvar las negligencias de la salud pública es fácil echarle la culpa al otro. Primero dice que la familia se negó a trasladarlo, después dice que puede haber sido producida por una fruta que tiene veneno y que posiblemente haya sido un suicidio”.

“No sé de dónde lo sacó, además, esta fruta de la que él habla recién empieza a florecer en agosto, entonces es imposible tenerla en este tiempo. Está fabulando demasiado o no lo informan bien, me preocupa mucho”, agregó Villa, quien adelantó que la familia del joven iniciará acciones legales y que él mismo los acompañará. “Es una falta de respeto al dolor que están sufriendo”, dijo.

“Lo mismo dijo con la muerte anterior de una nenita en el mismo lugar, que había tomado un té de yuyos y se había intoxicado, cuando la chiquita murió desnutrida. Esta cosa para mí no es nueva, pero tenemos que ponerle un corte porque se le está yendo la mano”, advirtió Villa, para quien la causa de estas muertes es “la falta de atención”. Además enumeró entre las falencias la falta de ambulancias, profesionales y medicamentos, sumado a la precarización laboral, aunque lamentó que “la respuesta es que no hay presupuesto”.

Por otra parte destacó: “Hoy me desayuno con que personas de Santa Victoria Este denunciaron que les entregaron medicamentos vencidos, y esto no es nuevo”.

El legislador resaltó también los “problemas graves del agua”, aunque agradeció el trabajo que realizan ONG’s tanto en este sentido como en atención médica, no sin antes recalcar que eso se debe a la falta de presencia del Estado, que tiene la obligación de hacerlo. En esa línea hizo mención a la fundación Conin y enfatizó: “No podemos tercerizar la salud, la semana pasada se les murieron dos chiquitos desnutridos de 1 año y 8 meses y de 2 años. Seguimos perdiendo vidas”.

“Toda esta situación marca a las claras que estamos teniendo un déficit muy grave. Seguramente al Ministro le debe molestar, para él la salud pública está avanzando pero yo le he planteado que veía un retroceso en estos años”, enfatizó Villa.

Los pueblos originarios también repudiaron los dichos de Mascarello

“Yo soy de la comunidad wichi de Alto La Sierra y es triste, con la salud no se juega. Nosotros escuchamos los audios de Mascarello y no es cierto, si él tiene la capacidad de desmentirnos, lo invitamos a que recorra la zona y vea que no tenemos ni una aspirineta para bajarle la fiebre a los chicos”, sostuvo Julio Díaz, cacique de la comunidad de Alto La Sierra, parte de la comitiva de pueblos originarios que llegaron hoy a la legislatura salteña para repudiar los dichos del funcionario.

En tanto, el hombre relató que en el pueblo existe un hospital que cuenta con solo 2 médicos, uno de los cuales no cobra su salario completo hace 6 meses. “Es triste hacer trabajar a personas y que tengan que comer comida de los internados”, señaló y apuntó que solo tienen una ambulancia, más allá de que el cantante Jorge Rojas donó un móvil para tal fin, pero que hoy, por cuestiones mecánicas, se encuentra fuera de servicio. El Ministerio se comprometió a arreglarla, pero esto hasta hoy no ocurrió.

Y finalizó: “También venimos a reclamarle a salud pública las obras que quedaron inconclusas, como el cerrado perimetral del hospital. A Mascarello lo conocimos en la época en la que era funcionario de Juan Carlos Romero, cuando nos desmentía que había escuelas ranchos. Lo conocemos y no queremos que mezcle la política cuando estamos hablando de salud”.

Fuente: “Sapo de otro pozo” – “Todas las voces todas” “Algo personal” – FM Noticias 88.1 Mhz.

Las masacres indígenas de Ingenio Ledesma

La historia perdida de los nivaĉle. O cuando la empresa de los Blaquier, junto con otros ingenios, usó a la gendarmería para asesinar trabajadores.


“Muchos nivaĉle fueron engañados por el Ingenio Ledesma, y muchos murieron ahí y también en el Ingenio La Esperanza. Muchos trabajan los nueve meses, pero no cobraban, no les pagaron. Le daban por ahí pantalón, camisa, o un poco de tela, y nada más. Los blancos decían: ‘no hay que pagarles’. Había sido idea de los blancos que a esta gente no le vamos a pagar porque allá vamos a matar a todos”.

El relato que encabeza este artículo pertenece a Ts’ivanti (Eduardo Ponce Duarte) y es uno de los tantos que, sin buscarlos, registró un grupo de investigadores cuando hizo un trabajo de recuperación de la historia y la cultura ancestrales del pueblo nivaĉle, una etnia indígena cuyas poco numerosas comunidades se distribuyen entre las provincias de Salta y Formosa, en la Argentina, y los departamentos Boquerón y Presidente Hayes en el sur de Paraguay.

Las entrevistas a ancianos nivaĉle fueron realizadas entre 2014 y 2016 por Gustavo Núñez, Marcelo Mendieta y Pablo Chianetta, quienes pronto descubrieron la reiterada aparición de menciones a masacres cometidas contra los trabajadores indígenas de Ingenio Ledesma (Jujuy), Ingenio La Esperanza (Tucumán) e Ingenio San Martín del Tabacal (Salta) en la década de los 40 del siglo pasado. Los entrevistados refirieron también que, a continuación de cada masacre, sufrieron ataques de la gendarmería en sus propias aldeas, lo que los obligó a cruzar el Río Pilcomayo y refugiarse en Paraguay.

La recuperación del relato de estos hechos -completamente ignorados por la historia oficial- permite, como primera e impactante conclusión, que la trágica Noche del Apagón perpetrada por empresarios y militares en Ingenio Ledesma no fue un hecho aislado sino el eslabón de una cadena de atrocidades cometidas contra sus trabajadores por los ingenios del norte argentino.

Los testigos de los hechos ya están muertos, pero sus historias fueron transmitidas oralmente de generación en generación, como parte del acervo identitario de sus comunidades. Sus testimonios fueron recopilados en el trabajo “¡Están! El Pueblo Nivaĉle en Formosa”, de la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Desarrollo, que será presentado en los próximos días en el Congreso Nacional. Aquí, Revista Zoom adelanta algunos fragmentos de esas historias de terror. Los testimonios no requieren explicación.

La masacre de El Quemado
Asĉa’at

Cuenta Asĉa’at (Mauricio Quiñones, 75 años, de la Comunidad Fischat, Paraguay): “Mi papá contaba que fueron al Ingenio Ledesma (…) Yo vi el lugar donde ocurrió la matanza en El Quemado, ahí los esperaron cuando vinieron del ingenio. Con otros vimos el lugar donde mataron a esa gente, y vino con nosotros una mujer que es sobreviviente de la matanza de ese lugar. Ella relató que llegaron ahí, a ese lugar y ella se dio cuenta que algo ocurría porque a los nivaĉle les pedían los cuchillos y eso. A todos los pusieron dentro de un alambrado, los gendarmes carnearon y los nivaĉle pelaron el animal para comer todos juntos. Era de tardecita. Ella se dio cuenta que algo ocurría porque ella buscaba leña, se iba lejos, y el gendarme le traía de nuevo, y ella iba, y de nuevo le traían, hasta que pudo irse lejos, y ahí escapó.

“Ella nos contó que los gendarmes los esperaron en el regimiento, donde está ese camino que va a Yema. Ahí los esperaron a los nivaĉle. Los nivaĉle decían que cuando llegaron ahí los gendarmes hablaban muy bien y trataron bien, hasta mataron un animal para comer con los nivaĉle. Siempre pasábamos por ese lugar cuando íbamos al ingenio, nadie se dio cuenta que estaban en peligro porque de donde venían no pasaba nada, y volvían a sus aldeas y nadie les avisó nada cuando bajaron del tren, por eso no sabían hasta llegar a ese lugar donde los esperaban.

“También hay un hombre que se llamaba So’oniyaj; él relató que también estaba con los que mataron, y el sobrevivió cuando dispararon a los nivaĉle. Él se hizo pasar por muerto en medio de los otros, sabía lo que hacía, respiraba despacio para que los gendarmes no se dieran cuenta. Cuando él relató lloraba porque es muy malo lo que ocurrió. Se salvó porque era de noche cuando mataron a esa gente. Cuando él tomaba aloja contaba esto y decía: lastimosamente sobreviví, lastimosamente llegué a ser viejo.

“Los gendarmes se fueron y dejaron ahí a los que mataron. Él decía que se levantó despacio para salir de ahí. Él quedó debajo de todos y con la sangre de los que murieron se cubrió para que crean que estaba muerto, ya era de madrugada. Como a las tres de la madrugada los gendarmes ya se durmieron, él contó a otros jóvenes que llegó al río y se lavó la sangre y escapó, pero siempre lloraba. Decía: ‘Todos murieron, nosotros éramos dos sobrevivientes’”.

Emboscada en Fortín Chávez
Môshee

Relata Môshee (Estaban Madrid Cano, 74 años, de la Comunidad Fischat, Paraguay): “Esta historia es muy mala que me contó mi papá. La segunda matanza de nivaĉle fue en Fortín Chávez. Esta matanza ya se sabía en el Ingenio Ledesma. Los gendarmes hablaron con los jefes del ingenio y les dijeron que les querían matar a los indios. El jefe de obra les dijo que no todavía, que les dejen terminar el trabajo y después ellos les largan, y ahí sabrán qué hacer ustedes. Trabajaron muchos meses, nueve meses, un año, y el jefe de la obra les decía a los nivaĉle que compren armas. Vat’ôsĵat compró una escopeta.

“Siempre volvían en distintos grupos, de veinte, de quince. Así llegaron a ese fortín y les dijeron que descansen, que les iban a dar de comer, parecido a la otra matanza. A algunos les gustó la idea y a otros no les gustó y decían no hay que aceptar. Así que algunos quedaron y otros no. Los gendarmes les dijeron: pueden descansar acá, vamos a carnear una vaca para que coman asado y puedan cocinar, y eso le puso bien arisco a la gente, así contó mi padre. Él estaba en ese grupo, decía que ellos se separaron sino los gendarmes iban a matar a todos.

“Mi papá cuenta que el papá de una señora, que se llama Marta, desarmó su arma y puso en una maleta chica, y se fue con la gente que no quiso quedar. Cuando iban a mil metros, más o menos, ya se escucharon los tiros. Griterío dice que había, y ahí algunos en ese momento se escaparon. La matanza anterior fue en El Quemado, y ésta en Fortín Chávez, en el año ’40 más o menos. Los nivaĉle que iban solos se escaparon, y a los otros que quedaron, como era campo, los mataron.

“Vat’ôsĵat, que desarmó su escopeta, fue herido, y ahí se dio cuenta que también tenía escopeta y armó su escopeta. Mató dos gendarmes y corrió para escapar. Le seguían. Él encontró un pozo y se escondió en un chañaral tipo isla. Ahí se metió. Llegaron los gendarmes y vieron que entró ahí, y cuando fueron a ver él les tiró. Ellos también tiraron pero no le veían a él. Después vino el jefe de los gendarmes y él le tiró y le mató, y ahí vinieron los gendarmes y alzaron a su jefe y se fueron, y después de eso pudo salir para este lado y venir.

“Los gendarmes los perseguían con perros, con caballos, y algunos iban a pie. Esta historia no es buena”.


Mômôn

Mômôn (Cristina Canteros, no sabe su edad, de la Comunidad Fischat, Paraguay) recuerda una matanza de trabajadores del Ingenio San Martín del Tabacal: “Yo nací acá, en Fischat. En el campamento ahí (en territorio argentino) vivía mucha gente. Todos han fallecido. Cuando era chiquita siempre iba al ingenio San Martín. Los nivaĉle trabajaban, hacían surcos de caña de azúcar, había mucho trabajo. Cuando los nivaĉle volvían de allá siempre había problema porque les mezquinaban la plata cuando ellos tenían que cobrar, como si fuera oro. Entonces empezaba la matanza”.

Los ataques a las Comunidades
Ts’ivanti
Ts’ivanti (Eduardo Ponce duarte, 65 años, de la Comunidad San José Esteros, Paraguay) relata: “Yo tenía 7, 8 años y viví con mis padres ahí donde ahora le llaman Vidalita (en Formosa), donde está la ruta asfaltada en la Argentina. Ese lugar queda a 3 km de Mistolar, que nosotros llamamos Aĵoitachat. Residimos ahí, pero cuando atacaron los gendarmes volvimos a este lado. Mi papá Chicunaĵ se salvó de los gendarmes, y entonces me aconseja que me vaya y lleve las docas para comer.

“Cuando atacaron los gendarmes al lado del bañado eran tiempos de invierno, porque había mucho hielo, la tierra estaba emblanquecida cuando pasamos. Cruzamos por un agua muy helada, pero no era hondo, el agua llegaba hasta la cintura. Por el susto pasamos a este lado del Pilcomayo. Ahí buscamos algo para vivir: la comida, el pescado, que sacábamos con nuestra red tijera. Como el pescado tenía frío, venía hasta la orilla y entonces ahí agarrábamos fácil; ahí nomás se hacía el fuego para cocinar. También guardábamos las lhava’ac (tripas de los pescados) para hacer lhtsevĵatinuc (grasa de pescado) para comer con doca. Eso era antes, hoy comemos la grasa con yucuve (pan), son nuevas costumbres”.


Ina’â
Del relato de Ina’â (Antonio Chávez, no sabe su edad, de la Comunidad San José Esteros, Paraguay): “Voy a contar un poco sobre mi papá, mis abuelos, mi mamá. Mi papá se llamaba Aĉla’a (José Chávez) y era de Escalante; mi mamá era de Esteros, y se llama Ĉlavusi (Catalina González en santó), y es hermana de Tôntsinôt. El papá de mi mamá se llamaba TucjiLhacfe, y mi abuela se llamaba Antsoĵque’e. Ellos estuvieron ahí, tenían sus chozas en Tavashay (El Quemado, Formosa), de allí les corrieron los gendarmes. Vieron que tenían muchos animales: vacas, caballos, cabras, ovejas…, los nivaĉle tenían muchos animales. Corrieron de ahí y dejaron todos sus animales por miedo, porque los gendarmes llegaron a la madrugada a las aldeas de los nivaĉle y mataron a muchos. Quemaron algunas casas, algunos dormían. Era bien temprano cuando los gendarmes les llegaron en su aldea. Algunos sobrevivientes vinieron a este lado del Pilcomayo. Mi mamá decía que ella ya era grandecita, tenía 7 años, todo era un campo grande donde estaba su aldea. Eso facilitó a los gendarmes para matar a los nativos, porque no tenían dónde ir y todo era campo. A algunos agarraron en medio del campo y los mataron. Por suerte, mi abuela y mi mamá encontraron un gendarme bueno y no las mató, solo les dijo que se vayan, que corran… ´’Voy a tirar al aire nomás para que mi jefe crea que yo maté a ustedes’, les dijo. Por eso sobrevivieron mi abuela y mi mamá, y yo nací”.

Sin identidad ni derechos

De acuerdo con los datos del Censo Nacional de Población, en 2010 los nivaĉle en la Argentina sumaban 645 personas, distribuidas en comunidades ubicadas en las provincias de Salta y Formosa, aunque es muy probable que se trate de un registro muy poco preciso por las dificultades para censarlos. Muchos de ellos no han tenido acceso al DNI porque no se los considera argentinos sino paraguayos.

Antes repartidos en todo el territorio del Chaco Argentino Paraguayo, en la actualidad el grueso de los nivaĉle reside en Paraguay, donde la etnia también es fuertemente discriminada pero, por lo menos, tiene acceso a algunos derechos mínimos.

Estos relatos, que cuentan historias de explotación y muerte, no sólo hacen llegar la voz de uno de los pueblos más castigados de la Argentina sino que revelan el siniestro papel jugado por los ingenios del norte argentino que -utilizando a la Gendarmería Nacional como una fuerza propia- lo llevaron al borde de su desaparición.