28 de mayo de 2017

Si los mexicanos perdemos el control sobre el maíz perderemos la identidad para siempre: Toledo Manzur


“Los mexicanos perdimos ya el control sobre el petróleo: si los mexicanos perdemos el control sobre el maíz, vamos a perder la identidad para siempre. El maíz es el emblema fundamental de este país”, señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Manuel Toledo Manzur, haciendo referencia a las grandes corporaciones que utilizan granos transgénicos que constituyen un peligro de sanidad en la alimentación por la contaminación genética que provocan.

Esto fue mencionado el pasado viernes durante la presentación del libro Utopística agroecológica. Innovaciones, campesinas y seguridad alimentaria en maíz, elaborado por Toledo y el agroecólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) Miguel Ángel Damián Huato, llevada a cabo en el marco de la XXIX edición de la Feria Nacional del Libro (Fenalli) en el Complejo Cultural Universitario.

En su intervención, el reconocido intelectual de la UNAM indicó que las grandes corporaciones como Monsanto, que tienen la intención de introducir maíz transgénico en México utilizando procesos que envenenan el ambiente y los ecosistemas, han sido apoyadas por el gobierno mexicano a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), así como por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en lugar de estar de lado de la cultura y memoria del país.

“Como ustedes saben, le acabamos de ganar una vez más a Monsanto, a las grandes corporaciones que quieren meter maíz transgénico les hemos ganado una batalla legal más, una batalla legal en la cual el gobierno mexicano, principalmente la Sagarpa y la Semarnat, han estado de lado de las corporaciones y no del lado de los mexicanos ni de la historia, ni de su cultura ni de su memoria”, manifestó.

Utopística agroecológica, contribución para la defensa del maíz

Toledo Manzur señaló que el libro bajo su autoría y la del investigador Damián Huato es una contribución más para la defensa del maíz en la realidad actual de la nación.

El también colaborador de La Jornada, precisó que la obra se ubica alrededor de tres conceptos: La utopística, la agroecología y el maíz.

La utopística, explicó, es un término propuesto por el famoso sociólogo e intelectual de origen estadounidense, Immanuel Wallertein, que a diferencia de la utopía, puede concretarse porque deriva de un análisis del presente, permitiendo la realización de modelos para el futuro que tienen altas probabilidades de realización.

Asimismo, el libro toca el tema de agroecología, nueva corriente surgida en las últimas tres décadas debido a la crisis ecológica y ambiental que enfrenta el mundo.

60% de los alimentos consumidos en el mundo son generados por pequeños productores

Toledo Manzur refirió que en los últimos años se han desmentido mitos en el ámbito de la producción alimentaria, pues se pensaba que los alimentos procedían, en mayoría, de los sistemas modernos agroindustriales que utilizan maquinaria pesada, pesticidas, agroquímicos y transgénicos, no obstante hace algunos meses la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO, reconoció que 60 por ciento de los alimentos que consumen los 7 mil millones de seres humanos en el mundo, provienen de los pequeños productores y campesinos.

La agroecología reconoce el conocimiento transmitido por las culturas mesoamericanas

La agroecología reconoce la importancia de la producción alimentaria de manera sana, ya que los sistemas campesinos operan de manera adecuada los recursos, a diferencia de los sistemas agroindustriales modernos, impulsados por la Sagarpa ,que emiten alrededor de 25 a 30 por ciento del gas efecto invernadero que provoca el cambio climático.

Esta nueva disciplina científica de principios ecológicos “deja de lado esta actitud soberbia de la ciencia” para admitir los antiquísimos conocimientos de producción alimentarias que existen gracias a las culturas mesoamericanas, informó el científico.

Detalló que el aumento de la población indígena en México se debe a que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), anteriormente, calculaba a este segmento de población por la cantidad de personas que hablaran una lengua indígena, sin embargo en el año 2000, el instituto preguntó a los encuestados si se consideraban parte de un grupo étnico. Dicho factor ha incrementado el número de población nativa debido, entre otros aspectos, a los movimientos de resistencia en México como el zapatismo.

“No estamos en un país que está perdiendo su población originaria, su historia, su cultura, su memoria, al contrario y esto tiene que ver con el zapatismo y los movimientos de resistencia en México”, subrayó.

La agroecología ha generado una revolución en América Latina. En México se tiene registradas por lo menos 2 mil experiencias exitosas que hacen uso de esta disciplina científica en expansión y ha sido adoptada tanto por investigadores, técnicos, productores, organizaciones campesinas, así como por cocineros profesionales. Por lo cual en los próximos meses se realizarán congresos nacionales e internacionales con esta temática.

Relevancia del maíz para la sociedad rural: nutriente biológico y cultural

Por su parte, el agroecólogo Damián Huato, expuso que en el primer capítulo del ejemplar se presenta la relevancia del maíz en la alimentación del pueblo mexicano, sobre todo para la sociedad rural, debido a que es un nutriente biológico y cultural.

Señaló que las entidades más pobres del país se encuentran especializadas en la siembra de este grano, pues de acuerdo con la Sagarpa, Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Puebla cubrían en 1980 el 28 por ciento del total de la superficie del maíz de temporal sembrado, sin embargo para 2014, cubrieron 35 por ciento.

Agregó que para la investigación fueron estudiados los modelos y programas agrícolas implementados por el gobierno mexicano: el de Sustitución de Importaciones y el Neoriberalismo, en los cuales “Los productores de maíz de temporal siguen siendo una asignatura pendiente”.

“Mostramos dos paquetes tecnológicos: uno para Cohetzala y el otro para San Nicolás de los Ranchos… son casi iguales, cuando las condiciones topoclimáticas son bien distintas; no podemos recomendar paquetes tecnológicos similares para condiciones distintas” dijo.

El investigador explicó que para la evaluación se construyeron dos índices enfocados en el factor tecnológico: el índice de apropiación de tecnologías radicales y el grado de empleo de tecnologías progresivas, debido a que se trata del elemento de producción que potencia las capacidades productivas de la tierra y del trabajador.

Mediante una evaluación realizada en los 60 municipios de Tlaxcala y en nueve de la entidad poblana se detectó que tan sólo 20 por ciento de los productores de maíz manejan el grano como monocultivo y 80 por ciento restante lo opera como policultivo.

Los científicos establecieron faros agroecológicos con el fin de probar los patrones tecnológicos de los productores de maíz exitosos y emplear los datos en su indagación.

Mediante estos faros, el investigador de la UAP refirió que en el municipio poblano de Jolalpan, en el ciclo agrícola pasado de temporal, se obtuvieron 2 mil 500 kilogramos de maíz por policultivo, es decir 5.3 veces más que en el monocultivo que registró menos de 500 kilogramos.

Damián Huato concluyó que las tecnologías más importantes son las tecnologías campesinas –agroecológicas– en el manejo de maíz, que presentan mayores rendimientos por hectárea, además de que que este tipo de sistemas mitigan las emisiones de gases efecto invernadero, conservan la biodiversidad y protegen los recursos hídricos, además de que gracias a la milpa se conserva el material genético de las diferentes especies de maíz.

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