30 de mayo de 2016

NACIONES UNIDAS: Pueblos indígenas, un llamado al reconocimiento y la inclusión


La 15 Sesión del Foro Permanente de Naciones Unidas sobre Asuntos Indígenas concluyó con un llamado al reconocimiento y la inclusión de los más de 370 millones de originarios que habitan el planeta, donde siguen siendo víctimas de atropellos y discriminación.

Tras dos semanas de debates, que cerraron el 20 de mayo, alrededor de mil delegados abordaron los problemas y desafíos que enfrentan los aborígenes en los cinco continentes, y propusieron a los Estados miembros de la ONU y las agencias de la organización acciones concretas para revertir la actual situación.

“Durante nuestra Sesión de dos semanas escuchamos historias de opresión, desplazamiento, crimen y marginalización a nuestros pueblos, pero también de esperanza y éxito”, afirmó en la clausura del Foro creado en 2000 su presidente, el guatemalteco Álvaro Esteban Pop Ac.

Para el activista de la etnia maya quiché, los indígenas nunca deben olvidar que están en constante lucha por el reconocimiento de los derechos colectivos e individuales.

Los procesos de diálogo no son fáciles, sin embargo es necesario que sigamos trabajando juntos para lograr que nuestras visiones de vida y relación con la madre tierra sean comprendidas y compartidas, advirtió.

En declaraciones a Prensa Latina, Pop Ac destacó los debates y resultados de la 15 Sesión del Foro Permanente sobre Asuntos Indígenas, centrada en la discusión de temas de paz y solución de conflictos.

La violencia que afecta a los originarios genera mucha preocupación, en particular la que sufren las mujeres, que agrava sus condiciones de pobreza, hambre y marginación, dijo.

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, admitió en la jornada final del evento la dura realidad de los originarios en el mundo, y resaltó los avances de los últimos años en materia de reconocimiento, como la Declaración de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, de 2007, y la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas, de 2014.

Asimismo, valoró la participación de los originarios en las negociaciones acerca de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo Climático de París.

“Ahora, resulta crucial que los indígenas en todas partes participen y contribuyan con el seguimiento y la implementación. Los Estados tienen que rendir cuentas sobre esto, observando un pleno respeto por los derechos de los originarios y los mínimos estándares de garantías recogidos en la Declaración de 2007”, afirmó.

RECOMENDACIONES

El Foro Permanente dejó varias recomendaciones dirigidas a los gobiernos, el sistema de la ONU y la sociedad en general, destinadas a promover la inclusión de los aborígenes y a crear las condiciones para la 16 Sesión, el año próximo, y la celebración del décimo aniversario de la Declaración.

Los documentos adoptados tras los debates que tuvieron lugar del 9 al 20 de mayo, evento precedido de meses de negociaciones, recogen un llamado al diálogo con los indígenas y al protagonismo de ese sector poblacional cuando se aborden sus intereses.

En ese sentido, reflejan el establecimiento de mecanismos de consulta institucional para asegurar la colaboración y asociación activas con los pueblos indígenas en los niveles nacional, regional y mundial, tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.

También instan a determinar indicadores específicos para medir los avances entre los aborígenes de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, adoptada en la ONU en septiembre de 2015 para erradicar la pobreza extrema y el hambre, reducir las inequidades y la falta de acceso universal a la salud y la educación, y proteger el medio ambiente.

La líder indígena filipina Joan Carling llamó la atención sobre el hecho de que muchos originarios no estén al tanto de la Agenda, lo cual representa un desafío si se aspira a materializar el principio de no dejar a nadie atrás en el planeta.

En anteriores metas de progreso humano, los indígenas hemos quedado apartados, si la comunidad internacional busca cambiar esto, deberán fijarse indicadores desglosados para identificar los avances en nuestros pueblos, particularmente afectados por la pobreza y otros males sociales, subrayó la integrante de la etnia Igorot, en la región de Cordillera. Las recomendaciones señalan además la necesidad de proteger los sitios culturales y espirituales de los originarios, estudiar la creación de un fondo de contribuciones voluntarias de Naciones Unidas específico para los jóvenes indígenas e impulsar la soberanía alimentaria del marginado sector poblacional.

Respecto al tema central de la 15 Sesión, el Foro Permanente exhortó a los Estados a adoptar medidas eficaces para eliminar la violencia contra los aborígenes e incluirlos en los acuerdos de paz y la construcción de sociedades pacíficas en escenarios de post-conflicto.

Asimismo, demandó protección para los defensores de los derechos humanos de los indígenas y los que luchan por sus derechos a la tierra, los recursos naturales y la consulta cuando se trate de decisiones importantes para ellos.

Este tema sirvió para reiterar la condena por el asesinato de la líder guatemalteca Berta Cáceres y las exigencias de cara al esclarecimiento del caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, México, en 2014.

ESPACIO DE DENUNCIAS

El Foro sirvió de tribuna para denunciar que millones de originarios sufren desplazamiento forzado de sus territorios, destrucción del hábitat, falta de acceso a recursos naturales y servicios básicos como la salud y la educación, desaparición de idiomas y tradiciones y escaso reconocimiento gubernamental.

También permitió a los delegados probar los abusos contra los indígenas, en particular las mujeres, la violencia, la poca participación en la solución de conflictos y acuerdos de paz y la criminalización cuando reclaman sus derechos.

“Hay en nuestros pueblos demasiada preocupación, demasiada tristeza y dolor, por lo que resulta muy lamentable no poder escuchar, por razones de tiempo, a todos los que vienen”, comentó a Prensa Latina el presidente de la 15 Sesión.

De acuerdo con Pop Ac, ninguna región del mundo con presencia originaria escapa de los atropellos, lo que ratifica la importancia del encuentro anual.

Además de la violencia contra quienes defienden los derechos humanos de los indígenas, evidenciada una vez más este año con el caso de Berta Cáceres, el Foro Permanente reveló penurias como la de los pueblos de la nación Ktunaxa de Canadá, los aborígenes de Australia y los mayas guatemaltecos, víctimas de la destrucción de lugares religiosos, espirituales y culturales.

No menos inquietantes, según las recomendaciones, resultan el impacto de los conflictos en Mali, Burundi, Libia, República Centroafricana, Nigeria y otros países, o la instalación en Mauna Kea, la montaña sagrada de los indígenas de Hawai, de un observatorio internacional con un telescopio de 30 metros.

Para los líderes originarios, solo con voluntad política podrá superarse la discriminación, lo que pasa por respetar instrumentos como la Declaración de Naciones Unidas sobre los Pueblos Indígenas, que el año próximo cumplirá una década.

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