El martes 24 de mayo, en la plazoleta 11 de Marzo ubicada en la esquina de Jujuy y Tucumán; la Asociación Miguel Ragone recordará el acto de asunción del ex gobernador el 25 de mayo de 1973.
El acto será mañana a las 11 de la mañana y el miembro de la asociación, Ezequiel Caigual, redacto una breve reseña sobre la importancia de la fecha que a priori parece estar relacionada con los hechos de 1810, aunque pronto aclara que se vincula con los de 1973 donde “tras la seguidilla de golpes de Estado, se depositaban las esperanzas y deseos de la población de encontrar paz, trabajo, consenso y justicia social”.
Tras una breve mención a la figura de Héctor “tío” Campora, el escritos se detiene en la figura de. Miguel Ragone de quien se dice lo que a continuación transcribimos íntegramente:
“Quién no pertenecía a ninguna de las familias de la oligarquía salteña, a lo que se suma que su profesión lo mantenía en contacto directo con las necesidades de la población. Era el “doctorcito del pueblo”, era el gobernador que camino las calles y le esperaba un destino marcado por la intolerancia de una sociedad y sus compañeros. Abrazo la idea de que la memoria colectiva siempre tiene utilidades, sobre todo cuando se trata de rescatar para nuestro presente y futuro ideas y acciones políticas que generen nuevas matrices políticas que beneficien al conjunto de la población.
¿Es importante recordar el día de su asunción al cargo máximo en la provincia?
Claro que sí, ya que no solamente se trata de recordar los momentos dolorosos sino aquellos que nos dieron alegría. Ese mismo día fue una fiesta popular, en su marcha a pie desde la legislatura hasta la ex casa de gobierno las 6 cuadras fueron de muy lento andar por la cantidad de gente que lo acompaño. Junto a él no sólo se encontraban las esperanzas de un pueblo, sino valores políticos que deben ser puestos en práctica nuevamente por las nuevas generaciones de jóvenes políticos. Hasta ahora es el único gobernador de la provincia que pudo ir de su casa al trabajo tranquilamente una vez que lo separaron de su cargo.
Ante el descredito que ha sufrido la política en todo este tiempo, volver la mirada sobre personas y actos es necesario para encontrar referentes que nos guíen en tiempos complejos, así como lo hizo Miguel en un escenario tan complejo como aquellos 70, marcados por la luchas, violencia e intolerancia. Busco la salida democrática, del consenso, a lo cual tuvo la peor de las respuestas, marcada por la tragedia, dejó a una familia y una sociedad en una tristeza incierta, buscando por años su cuerpo y su propia historia. Por suerte las investigaciones históricas sobre su tiempo nos devuelven una guía para despejar la niebla que se cernía sobre su tiempo y rescatamos los hechos positivos.
Es por todo eso que reivindicamos aquel 25 de mayo, que si bien muchos no lo vivimos, por lo que nos deja un claro mensaje de que cuando lo individual va inserto en lo colectivo los cambios que se generan son de una magnitud impactante. La individualidad de Miguel estuvo inserta en la sociedad salteña y los cambios fueron asombrosos, tanto que se los quiso borrar, un gobernador atendiendo en primera instancia a aquellos que no tienen nada más que su esperanza es un ejemplo a seguir”.
Fuente: Cuarto Poder
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