UPND SALTA

TERRITORIO DIAGUITAGHASTA

DERECHO A LA COMUNICACIÓN CON IDENTIDAD

27 de septiembre de 2013

Por la plena aplicación de la Ley de Relevamiento Territorial y la efectiva participación de nuestros Pueblos

Buenos Aires, 26 de septiembre de 2013.

Desde el ENOTPO, espacio de articulación política que nuclea a más de 45 organizaciones territoriales de más de 26 Pueblos Originarios, con presencia en 20 provincias en Argentina y la COMISIÓN POLÍTICA de la MESA NACIONAL del CONSEJO de PARTICIPACIÓN INDÍGENA, Delegados designados por los Pueblos y Naciones Originarias en asambleas comunitarias ante el Estado Nacional, manifestamos. 

Saludamos la aprobación de la prórroga de la LEY DE EMERGENCIA Y RELEVAMIENTO TERRITORIAL pues es una herramienta indispensable para ejercer nuestro derecho y debe ser una política pública permanente, manifestamos asimismo que la emergencia territorial es necesaria pues persisten estructuras represivas que no van a asumir pasivamente el cambio democrático. Este proceso deberá complementarse con instrumentos legales fundamentales que garanticen la aplicación plena y efectiva del Derecho Indígena a la posesión y Propiedad Comunitaria de los territorios. 

Los Pueblos Originarios hemos asumido el compromiso histórico de no dejar nunca mas en manos ajenas las definiciones y decisiones sobre nuestros pueblos y territorios, por lo tanto es imprescindible nuestra efectiva participación en la aplicación del derecho indígena, por lo cual es necesario para garantizar una plena aplicación de la ley de relevamiento territorial la efectiva participación de nuestros Pueblos, a través de sus propias organizaciones territoriales y del cuerpo CPI (Consejo de Participación Indígena). 

El Poder Judicial debe aplicar la ley en los términos en que esta es sancionada, en el marco de un entendimiento constitucional y amplio de los derechos que les son reconocidos a los Pueblos Originarios. Hasta la fecha hemos visto mas avances en la aplicación del derecho indígena gracias a la lucha y movilización territorial de los Pueblos Originarios, que por las decisiones judiciales. Salvo raras y valiosas excepciones, nuestra experiencia nos muestra que los jueces desconocen el derecho indígena, por simple ignorancia o por torva decisión. La justicia debe respetar una ley nacional de orden público, hasta ahora en la mayoría de los casos, somos los Pueblos quienes con nuestra sangre y con nuestras luchas los que resistimos los desalojos y los embates sobre nuestras vidas y territorios. La reforma judicial debe profundizarse para poder contar con un Poder Judicial democrático que respete la ley y no opere en resguardo de los intereses de los poderosos.

El Código Civil de Vélez Sarsfield sirvió como una sofisticada y fina herramienta de negación de la diversidad cultural, y de apropiación “legal” de nuestros territorios, de materialización simbólica del triunfo de un Sistema Opresor de Ideas centrados en el Individuo y la Propiedad Privada por encima de nuestra preexistencia como Pueblos Originarios. Es necesario contar con un Código Civil que responda a la construcción política del estado intercultural que ya ha sido receptada en nuestra constitución y que debe desplegarse en todos los ámbitos de lo público.

La posibilidad de contar con el relevamiento, el poder ejercer nuestros derechos sobre un territorio determinado, hace viable la aplicación de otras herramientas normativas, que como la ley de bosques, han comenzado a reflejar en sus disposiciones el marco de reconocimiento a la preexistencia de nuestros pueblos y el respeto a nuestra autonomía. 

La deuda histórica del Estado para con los Pueblos Originarios es muy grande y las tensiones crecen rápidamente. En nuestros territorios sufrimos todos los días en carne propia los conflictos que surgen de las indefiniciones políticas. Por lo tanto, en esta coyuntura, es necesario avanzar con celeridad en la elaboración de legislación y normativas orientadas a profundizar el desafío de saldar y reparar esta herida histórica. 

Hoy, los Pueblos Originarios, unidos y organizados en el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios, y la Comisión Política del Consejo de Participación Indígena, entendemos que es tiempo de afianzar los procesos colectivos, de organización, identidad y unidad, y avanzar juntos hacia un Estado que recupera soberanía y se reconstruye desde su Plurinacionalidad.

¡DEFENDER EL TERRITORIO ES DEFENDER LA VIDA!


* COMISIÓN POLÍTICA DEL CONSEJO DE PARTICIPACIÓN INDÍGENA

19 de septiembre de 2013

LOS PUEBLOS ORIGINARIOS DECIMOS COLON NUNCA MÁS!

Las Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios que integramos el ENOTPO nos movilizamos el jueves 5 de septiembre de 2013 para repudiar el símbolo de Colón y manifestar nuestro rechazo a la continuidad de políticas y expresiones colonialistas y xenófobas representadas por figuras como la del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Mauricio Macri y en partidos políticos como el PRO, la Coalición Cívica y Proyecto Sur, quienes declararon al monumento de Colón como "patrimonio cultural de la Ciudad de Buenos Aires", perpetuando la historia de conquista y colonización a la que los Pueblos Originarios dijimos NUNCA MÁS! - ENOTPO





EL MONUMENTO A COLON, REFLEJA LA BARBARIE Y EL SALVAJISMO DE CIERTO SECTOR ELITISTA Y REACCIONARIO QUE AÚN PERVIVE EN NUESTRA SOCIEDAD, EL CUAL SE RESISTE NECIAMENTE A SU TRASLADO. 
SOLO BASTA RECORDAR QUE MAS DE 100.000.000 DE HERMANOS ORIGINARIOS ENTREGARON SU VIDA A MANOS DE ESTE SECTOR AMBICIOSO, USURPADOR Y USURERO.
SOLO EN LOS PRIMEROS AÑOS DE LA EMPRESA CONQUISTADORA, ENTRE 1503 Y 1660 SE REGISTRA UN INGRESO A LOS PUERTOS DE LA CORONA ESPAÑOLA DE 185.000 KILOS DE ORO Y 16.000.000 MILLONES DE KILOS DE PLATA, TODOS ELLOS ARREBATADOS A LOS PUEBLOS Y NACIONES ORIGINARIAS AMERICANAS EN NOMBRE DE LA SANTA IGLESIA Y LOS REYES CATÓLICOS.

LA DESCOLONIZACIÓN AMERICANA DEBE SIMBOLIZAR LA ANCESTRALIDAD Y LA COMPLEMENTARIEDAD, REPARAR AÑOS DE OPRESIÓN, SOJUZGAMIENTO Y APROPIACIÓN TERRITORIAL ES COMENZAR A DESANDAR EL CAMINO HACIA LOS  NUEVOS TIEMPOS NECESARIOS PARA UN BUEN VIVIR.

LA MOVILIZACIÓN DE LAS ORGANIZACIONES TERRITORIALES EN REPUDIO AL GOBIERNO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, QUIEN SE OPONE AL TRASLADO DE LA ESTATUA DE COLON.

Tucumán: Nuevo ataque terrateniente a la Comunidad Chuschagasta

Instantes previos al asesinato de Javier Chocobar
El pasado sábado 14 de septiembre, alrededor del medio día, los Amín cometieron una nueva intromisión en el Territorio del Pueblo Chuschagasta Nación Diaguita.

María Sofía Herrera, viuda de Amín y madre del asesino Darío Amín, junto a tres personas más, ingresaron por la fuerza a la casa de la familia Chocobar donde reside Ismael Chocobar comunero del Pueblo Chuschagasta y sobrino de Javier Chocobar.

Luego de ingresar a la casa, María Sofía Herrera insultó y amenazó a Ismael Chocobar diciéndole que no siga construyendo y que ella misma se iba a encargar de derribar todas las casas que están en pie en la comunidad. Además insinuó que tendrían serios problemas con la justicia ya que ella posee títulos de propiedad y sugirió que los Chuschagastas no lograrán resoluciones favorables en la causa Chocobar ya que ella tiene contactos con la Justicia tucumana y el gobierno Provincial. Mientras tanto, sus acompañantes tomaban fotos del lugar del propio comunero y de su cónyuge. 


Una vez más, junto a estos hechos de violencia aparece la complicidad de las fuerzas policiales, ya que tanto la comisaría de La Higuera como la de Choromoros se negaron a tomar la denuncia. Frente a estos actos de injusticia y negligencia Chocobar solicitó los nombres de los oficiales de Choromoros, quienes ante la insistencia del comunero finalmente tomaron la denuncia.

Este conflicto data de varios años ya que Darío Amin intentó usurpar la casa paterna de Ismael Chocobar en noviembre 2007, instalando una prefabricada en un cerco de la familia Chocobar, donde dejó un casero que meses más tarde amenazó con armas de fuego a Néstor Chocobar, Walter Chocobar y Néstor Chocobar (hijo).

Existen denuncias realizadas por parte de la familia Chocobar tanto de la instalación de la prefabricada como de las amenazas de muerte que se repitieron a lo largo de los años siguientes.

Darío Amin también intentó explotar la cantera de lajas que está en territorio Chuschagasta, con amenazas recurrentes a toda la comunidad. Este fue el hecho que desencadenó finalmente en el asesinato de Javier Chocobar el 12 de octubre de 2010.

Javier Chocobar fue ejecutado a quemarropa, por defender su territorio comunitario ancestral, a manos de Humberto Gómez y José Valdivieso, sicarios del terrateniente usurpador Darío Amín, vinculados a Antonio Bussi y al Malevo Ferreyra, ex funcionarios de la última dictadura cívico-militar.

En el mismo hecho resultaron heridos de gravedad los comuneros Emilio Mamani y Andrés Mamani, quien estuvo 6 meses internado y aún sufre las secuelas físicas del ataque. Además de los heridos, se puso en riesgo la vida de todos los presentes, quienes pacíficamente se encontraban realizando las tareas comunitarias.

A cuatro años del asesinato Javier Chocobar la Justicia tucumana hace oídos sordos al pedido de justicia del Pueblo Chuschagasta de la Nación Diaguita en clara violación a la Constitución Nacional y tratados internacionales firmados por el Estado Argentino. La Justicia, de esta manera, es un claro cómplice de los terratenientes vinculados a las familias oligárquicas de la provincia de Tucumán que se mueven de manera mafiosa, amparados por jueces corruptos, fuerzas policiales y funcionarios del gobierno provincial. 

Exigimos “Juicio y Cárcel para los asesinos de Javier Chocobar”, el cumplimiento de los Derechos Indígenas y la democratización de la Justicia para terminar con este estado de impunidad dentro de la sociedad tucumana y en particular acabar con la inseguridad territorial y violación de los derechos humanos y colectivos que vivimos los Pueblos Originarios.


Instantes previos al asesinato de Javier Chocobar: 
http://www.youtube.com/watch?v=xZq_mzJSO5M

Fuente: ENOTPO

17 de septiembre de 2013

“JURÉ NO CALLARME FRENTE A LA TORTURA Y LA BARBARIE” - RIGOBERTA MENCHU, LIDER INDIGENA GUATEMALTECA, PREMIO NOBEL DE LA PAZ

Foto de archivo
Rigoberta participó en el país del Foro Internacional por los Derechos de las Mujeres. Aquí cuenta su lucha en Guatemala, una nación signada por el genocidio de los años ’80. Relata su vida, la desaparición y muerte de buena parte de su familia y cómo se convirtió en militante. También revela lo que le falta hacer.

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 Por Sonia Santoro - Pagina 12 
“Hemos ayudado a recuperar credibilidad, entonces algo tiene que ocurrir para que los ciudadanos asuman su responsabilidad individual. Sean mayas o no mayas, mujeres u hombres, lo más importante es que tengamos esa conciencia de un quehacer ciudadano”, propone Rigoberta Menchú Tum, enfundada en el típico huipil con el que se la ve recorrer el mundo allí donde es necesario escuchar las voces de los oprimidos. La Premio Nobel de la Paz dice, sin embargo, que a 30 años de la etapa más violenta de lo que se conoce como genocidio guatemalteco, su país vive “una etapa difícil”: incluso la impunidad hoy continúa. “No creo que dure pocas décadas esta situación, porque los hijos de los perpetuadores del genocidio nunca lo van a reconocer. Los victimarios no lo van a reconocer, los fascistas tampoco y la gente está con su verdad y la verdad está ahí. Esto es Guatemala.”
–¿Qué aprendió de su padre?
–Mi padre dejó muchas huellas. Uno era porque él tuvo la capacidad de estar al frente de un gran movimiento campesino. Fue parte del Comité de Unidad Campesina (CUC). El lo lideró, estuvo presente. Luego estuvo muy vinculado al reclamo de la tierra. Mi padre veía la tierra como nuestra madre la gran selva. Luego buscaba siempre maneras de producir allí sin que lesionara toda la tierra. Buscaba mucha tecnología campesina para ver cómo mejorar sin vender la tierra como si fuera un negocio. Mi padre también era un catequista cristiano fiel a la Iglesia. Trabajaba en una militancia en la Iglesia Católica. Era alguien que abría una brecha.
En sus búsquedas a veces nos incluía. Nos llevaba a la comunidad, aunque yo creo que más lo acompañaron mis hermanos a él. Eran muchos hombres los que andaban con él pero siempre nos incluían a alguna de nosotras las mujeres.
–¿Y su mamá?, ¿ella era partera?
–Ella es otra tendencia. Era partera, veía nacer los niños, las niñas. A cualquier hora que venían a buscarla de una selva, una montaña, agarraba sus cosas y se iban. Pero también tenía un proceso para sus pacientes. Las veía desde los tres meses de embarazo. Muchas de ellas daban a luz en las montañas más lejanas y, desde lo que recuerdo, mi madre nunca tuvo un paciente que se le haya ido, muerto. Ella también usaba mucho las plantas medicinales, la medicina ancestral, el trato a las mujeres en un espacio sagrado que tenemos que se llama temazcal.
–¿Usted aprendió la partería?
–Sí, es una de las cosas que a mí me da mucho gusto. Porque cuando tú tienes una maestra enfrente no te das cuenta de que tienes una maestra y no te das cuenta de que cada cosa que hace es una enseñanza, pero cuando tú pierdes esa maestra te das cuenta de todo. Entonces mi padre por supuesto tiene un liderazgo, es indiscutible que el liderazgo de mi papá lo mamé un poquito. Me enseñó a hablar, a tomar decisiones. Me llevaba con él cuando tenía 5 o 6 años. En cambio mi madre hacía posible ir a buscar las plantas, procesarlas para que le preparáramos las condiciones en algunos casos, la acompañáramos a desvelarnos toda la noche, acompañando desde otro lugar, porque las señoritas nunca están presentes en un parto. Pero estábamos cerca.
–¿Tuvo a su hijo en esta tradición?
–No, porque la vida que tenemos actualmente las mujeres es una vida de muchas presiones y mi embarazo era de harto riesgo y tuve cesárea.
–¿Cuando era chica pensaba en qué quería ser cuando fuera grande?
–Yo admiraba muchas cosas. En mi tierra pasaba un avión y todo el mundo salía a ver si alcanzaban a verlo en el horizonte. Siempre se cuestiona uno porque no había televisión, no había luz eléctrica, no había carretera, la ciudad para nosotros había sido siempre un monstruo. Entonces nunca tuvimos mucha cercanía con la ciudad, hasta los 16 años. Tenía esa edad cuando partí primero a casas de monjas. Pero después a casas particulares. Es otra vida increíble, una se hace prisionera en la casa del patrón, es así. Casi toda la experiencia de las mujeres que trabajan en casas particulares... no salen más que al mercado que está cerca de la casas y hacen lo mismo todos los días. No se aprende mucho si no te dan oportunidad de aprender más. Donde yo aprendí más fue en el convento, porque ahí me enseñaron la alfabetización, después me gané una beca. Después saqué de primero a cuarto grado en un programa de educación de adultos y el siguiente año saqué quinto, sexto. Y cuando murieron mis padres estaba en secundaria.
–¿Qué edad tenía?
–23 años.
–¿Y cómo se sobrevive a tanta tragedia?
–La espiritualidad maya es profunda. La primera regla es estar en paz con los difuntos, y para eso hay que trabajar mucho en lo interior. Tu calidad mental, espiritual, junto a saber que uno debe ser feliz con poco. Porque los rencores, los odios, es la propia inconformidad del ser humano. Querer reparar los hechos. Yo juré no callarme frente a la tortura, la desaparición forzada, la barbarie. Entonces estuve detrás de la denuncia pública, de hablar públicamente, de buscar los medios de comunicación, de decir mi verdad. Muy consciente de que la verdad mía no es sólo mía, es la verdad de otros. Entonces esa misión social con que yo asumí la barbarie que le pasó a mi familia: mi hermano Patrocinio, que hasta ahora no encuentro sus restos; mi hermano Víctor, que sé que fue fusilado en público pero hasta ahora no encuentro sus restos; de mi madre que fue secuestrada, torturada, humillada, yo nunca podría pensar que esa humillación aguantaría yo. Y por lo tanto, tengo que estar indignada frente a eso. O sea, la indignación, la potencia, la poca capacidad de resolver las cosas me hizo a mí ir a los organismos mundiales, a los medios, sobre todo los medios mexicanos me dieron la gran oportunidad de trascender junto con mi gente, con la historia de Guatemala.
–Eso lo hizo desde el exilio...
–Sí. Catorce años de mi vida realmente dedicados a la denuncia. Fueron terribles esos años porque peleaba contra un monstruo, un sistema, unos poderes fácticos muy asesinos. Entonces me ayudó mucho pensar que no sabía dónde estaba el resto de mi familia. Incluso pensé que mi hermana Anita había muerto, tal vez mi hermana Lucía y mi hermano Nicolás también. Si yo hubiera sabido que ellos estaban vivos tal vez me hubiera frenado, porque uno no quiere poner en riesgo a una persona más, después de todos los riesgos que se habían corrido.
–¿Cuándo supo que estaban vivos?
–Diez años después. Pero antes fueron ocho años de haberme ido y de dedicarme a hacer denuncias públicas. En Ginebra, hay tantos archivos de denuncias que hice por lo menos cinco veces al año, año tras año, en la Comisión de Prevención de Discriminaciones, en el Grupo de Trabajo de Comisiones Indígenas, en el Comité contra el Racismo y la Discriminación, o sea, en todos los órganos de la ONU. En Nueva York comparecí año con año en la Asamblea General y no tenía ningún respaldo del gobierno. Pero sí éramos un equipo de guatemaltecos, de distinguidas personalidades que promovimos las resoluciones, que año con año persuadimos a los países para que patrocinaran las resoluciones condenatorias de lo que se vivía en Guatemala. Entonces ocho años después recibí una carta del Movimiento Insurgente en Guatemala, de sus altos mandos, para decirme que mi hermana Anita había fallecido, que había caído. Yo la lloré por dos, tres meses y después me llegó otra nota diciendo que se habían confundido de persona, no era ella. Qué lindo cuando te resucitan un ser querido cuando tú lo das por muerto. No sólo que ocho años después no sabía de ella y que la primera noticia que recibo es que había muerto y que después me dijeron que estaba viva, fueron como resurrecciones raras. Y cuando me dieron el Premio Nobel tuve la oportunidad de que se acercara a mí mi hermano Nicolás, mi cuñada Juana y sus hijos. Entonces estaban vivos. O sea, los vi por primera vez después del Premio Nobel. Igual mis dos hermanitas se trasladaron a México, ya con hijos e hijas. Entonces ya volvimos a reconstruir la familia y un poco antes conocí a mi esposo Angel, entonces empezamos a vivir, trabajar juntos, y a pensar en una familia que parecía no clara al principio hasta que tuvimos un hijo un año después, Mash, que nos cambió la vida realmente.
–¿Qué significa Mash?
–Su nombre completo es Mash Nahual Ja, que quiere decir “espíritu del agua”. Y el Mash lo pusimos en homenaje a los ancestros, porque en maya hay muchas interpretaciones. En maya yucateca, Mash es “mono”, y en el calendario maya el mono es el destino, es el tiempo. Y del abuelo, mi padre, su signo en el calendario maya es el tiempo, que está simbolizado por el mono. Tiene mucho contenido.
–¿Cómo es la situación hoy en Guatemala después de tanta lucha?
–Lo más grande que hicimos es haber culminado el conflicto armado interno. Nada se puede hacer en un país en guerra, en un país con emboscadas, en un país donde el crimen está a flor de piel, sea por tu posición, sea porque piensas distinto a una dictadura, y eso lo vivimos en Guatemala. Entonces finalizar el conflicto armado es uno de los más grandes legados que dejamos. Segundo, recuperar la dignidad de todas las personas. No sólo de las víctimas de abuso, de violencias, sino de todos los guatemaltecos. Porque estamos vistos como el país más criminal, más violento, el país donde se cometieron los grandes crímenes contra la humanidad en silencio. Porque el caso nuestro se destapa todo después de la Comisión de Esclarecimiento Histórico de las Naciones Unidas, después del trabajo que hace monseñor (Juan) Gerardi y al que asesinan después del informe “Guatemala: Nunca más”. Cuando veníamos denunciando desde los años ’80 y parecía que nadie nos creía y parecía que creían que inventábamos historias. Entonces la dignificación de todos nosotros, por la verdad de las víctimas y de todos los guatemaltecos, es una etapa muy difícil. Incluso la impunidad hoy continúa. No creo que dure pocas décadas esta situación, porque los hijos de los perpetuadores del genocidio nunca lo van a reconocer. Los victimarios no lo van a reconocer, los fascistas tampoco, y la gente está con su verdad y la verdad está ahí. Esto es Guatemala. Ahora, ningún pretexto hay para que no volvamos a recuperar desde las familias hasta lo que podemos hacer como ciudadanos mayores de edad.
Por lo tanto no comparto cuando la gente se queda quejándose como la víctima para siempre. En las comunidades tiene que haber diálogo, tiene que haber participación, tienen que ser responsables con su voto porque hemos luchado mucho para que la gente vote. Porque el Estado había perdido mucha credibilidad y el Tribunal Superior Electoral perdió mucha credibilidad a lo largo de tantos años que permitió golpes de Estado, que permitió una enorme cantidad de quebrantamientos del Estado de derecho. Hemos ayudado a recuperar esa credibilidad, entonces algo tiene que ocurrir para que los ciudadanos asuman su responsabilidad individual. Sean mayas o no mayas, mujeres u hombres, lo más importante es que tengamos esa conciencia de un quehacer ciudadano para que nuestro sistema sea totalmente normal.
–¿Qué se recupera con esa dignidad de la que habla?
–Guatemala es bellísimo, el paisaje, nuestra identidad. Los mayas tenemos más de 180 variedades de tejidos hechos por las mujeres, estamos incursionando fuertemente con los tejidos en el mercado internacional. Creo que hay que abrir una puerta a los artistas, o sea, recuperar la dinámica de un país rico, muy paradigmático en la región porque tenemos muchos idiomas y hemos conseguido gracias a nuestras luchas, por ejemplo, la oficialización de nuestros idiomas.
–¿Se aplica?
–Si no se utiliza es porque no lo invocamos. Porque es cierto que las leyes son letra muerta si sólo proclaman y no hay protocolo de aplicación o no hay presupuesto para aplicarlas. Entonces creo que tenemos que nivelar el presupuesto para que se hagan las cosas que dicen las leyes que se tienen que hacer en favor de un país pluricultural, multiétnico y multilingüe.
–Guatemala es uno de los países con más femicidios, ¿qué se está haciendo contra esto?
–Hay mucho trabajo de las organizaciones de mujeres. Desde las mujeres declaradas como movimiento feminista que tienen una gran labor educativa, jurídica. Hay participación de mujeres muy distinguidas como Helen Mack o Norma Cruz, mujeres que están en la palestra porque están directamente vinculadas con la asesoría de las mujeres que sufren violencia. Tenemos a Claudia Paz como fiscal general del Ministerio Público, que es el que persigue los delitos. Ella ha tenido los ataques que sufre una mujer cuando se coloca en los espacios de poder, presión, denigración en los medios. Lo sufren todas. Incluso la jueza que juzga el caso de Ríos Montt es una mujer extraordinaria, que hay sufrido los ataques más terribles. Hay machistas que se supone que son doctores pero son fascistas y anti mujer. Pero es cierto que Guatemala es el escenario de la crueldad porque la crueldad implicó terrorismo de Estado, tortura, desapariciones forzadas, denigrar la mujer como mensaje de violencia. Hay mujeres de las que se han encontrado sus restos divididos en distintos puntos y la imagen te produce una guerra psicológica de miedo. Yo como mujer, por miedo a que me critiquen, no participo; por miedo a que digan que abandoné mi hogar, mejor no participo; yo como mujer no puedo denunciar porque van a decir que estoy inventando. Y hasta la ley. Actualmente si yo denuncio una violación tengo que demostrar la violación.
–¿La víctima tiene que demostrar que es víctima?
–Exactamente, es como que tendría que ser violada de vuelta delante del juez para que crea que soy víctima. Todo eso lo hemos ido enfrentando. Ya hay un conjunto de normas que están por aprobarse o se han aprobado. El acoso sexual ya es penalizado, ya hay instancias que reciben denuncias de violencia familiar, ya se exige a los hombres que den mantenimiento a los hijos en caso de que haya una separación. Y el hecho de que estamos discutiendo en tribunales, ya no en denuncias paralelas.
–¿Cómo es el caso del dictador Efraín Ríos Montt?
–Muchas personas dicen que es un fracaso. Para nosotros no.
–¿Aunque se haya anulado la sentencia?
–La sentencia que ya se dictó es sin precedentes. Se siguió un proceso donde se escuchó a las víctimas, donde se recogieron testimonios, sea cuales fueren los planes de la Corte Constitucional para ocultar el hecho, es imposible de ocultar porque formalmente las instancias de la Justicia guatemalteca recibieron la información. No se puede decir “saquen esas cajas con testimonios y tírenlas porque el juicio no continúa”; en todo caso lo archivarán con todo. Eso es lo más importante. Los peritajes, los testigos, la antropología forense, el rostro de la tragedia guatemalteca está en la mesa del sistema legal. Entonces, ya que lo engaveten no es nuestro problema.
–¿Qué se ganó con el juicio?
–Se ganó muchísimo y yo gané más porque durante muchísimos años dijeron “Rigoberta Menchú es mentirosa”, dijeron que yo inventaba los hechos. En ésta no fui yo la actora principal, fueron las mujeres, las que dijeron: “Miren, a mí me violaron 20 soldados cuanto tenía 13 años”.
–Fue candidata a presidenta en su país dos veces, ¿va a volver a presentarse?
–Yo lo que siempre hice en la vida es abrir una brecha, y estoy completamente satisfecha con haber abierto una puerta para las mujeres en Guatemala, no importa su etnia y su educación elevada. Cuando yo me lancé a la candidatura presidencial en 2007 ninguna mujer estaba dispuesta, ni siquiera había candidatas alcaldesas, a lo más que llegaba la mujer era a ser candidata a diputada, pero normalmente las ponían en las listas más atrasadas. Entonces, salimos con mucha humildad, con una campaña desigual, con un partido recién nacido, sin estructuras ni recursos. Salimos a la candidatura. Lo que nunca pudieron evitar los candidatos presidenciales de más de 26 partidos políticos –había 14 candidatos– era la presencia de una mujer forzosa en cualquier escenario de la campaña. Animó a muchas mujeres. Ya en la segunda campaña había tres candidatas presidenciales. Y luego incluso tenemos una vicepresidenta del país.
–¿Usted fundó un partido propio?
–Fui cofundadora de nuestro partido (Winaq). Con mi esposo nos pusimos frente a convocatoria de los mayas e hicimos el partido. Ya hecho el partido era difícil que yo no lo estrenara, así que tenía que verme obligada otra vez a ser candidata por segunda vez con un partido propio. Ahora, la izquierda dice que los indígenas somos de derecha y la derecha dice que somos de izquierda. Entonces, también romper esta dicotomía es muy importante. Dijimos, este partido tiene muchas direcciones, sobre todo apunta a la equidad étnica, de género, generacional, y a la organización propia y a hacer una campaña no comprada ni vendida, que la gente confíe.
–¿Ahora cómo está el partido?
–Estamos en el Congreso. Acabo de entregar la secretaría general del partido a un joven de nuestra bancada. Actualmente tengo la secretaría de relaciones internacionales del partido. Los temas han sido la transparencia, combatir la impunidad, en distintos campos, pero sobre todo el fiscal: la impunidad en la corrupción en el manejo de los fondos públicos. Y la vigilancia y la asesoría de los pueblos indígenas para que tampoco caigan en la corrupción porque muchas de nuestras instancias mayas por ser intocables se les permite hacer..., hay cierta complicidad a veces. Entonces hemos decidido romper esos círculos.
–¿Qué le falta hacer?
–Escribir la verdad. No sólo la memoria de Rigoberta Menchú como una memoria colectiva sino que hemos hecho tanto... Entonces a mí me gustaría escribir cuatro o cinco libros de distintas facetas, desde niña, la juventud, la militancia –porque soy una militante–, mis maestros, los retos que nos han tocado en la vida, uno es la violencia y hay otros miedos que hemos tenido y eso hay que ponerlo por escrito. Pero sobre todo códigos de ética. Yo siempre digo que si somos coherentes con lo que defendemos seguramente somos ilustrativos de un código de ética. Y también quisiera difundir las enseñanzas ancestrales, porque creo que la antropología tiene un freno, un fracaso. Entonces, a mí me gustaría entrar en el mundo académico, pero no me quita el sueño.
Fuente: Página 12

12 de septiembre de 2013

El Duende Garnica y el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios unidos en el camino de la interculturalidad, la reciprocidad y la lucha territorial.

Por: Comunicación ENOTPO
Fotos: Facu Cardella

El Duende Garnica se acercó a la lucha de las Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios en el marco de la represión contra la Comunidad Auqajkuna del Pueblo Tonokote, realizada el 24 de mayo pasado en Santiago del Estero. El cantautor santiagueño se presentó en Territorio de la Comunidad para solidarizarse por el conflicto que se vivía en ese momento y se puso a disposición de la lucha indígena.

A partir de este primer contacto, el Duende Garnica nos invitó a compartir una velada en el Bunker Sachero, espacio de militancia cultural y social compuesto por músicos, artistas, poetas. En este marco, delegados del ENOTPO se acercaron para conversar, intercambiar las realidades territoriales y compartir momentos de reflexión y música.

En agradecimiento, invitamos al artista a compartir unos momentos con la asamblea de las 45 organizaciones del ENOTPO, que se encontraban sesionando en Buenos Aires entre los días 03 al 06 de setiembre, dando continuidad a la participación y las propuestas de políticas públicas indígenas.
En la asamblea el músico dedicó “el Olvidao” y la “Maldición de Malinche” a las autoridades territoriales del ENOTPO, y luego se le hizo entrega del Mapa “Pueblos Naciones Originarias en la actualidad”. El Duende además asumió el compromiso de acompañar las luchas territoriales y las reivindicaciones de las organizaciones indígenas con la posibilidad de articular actividades conjuntas.


El autor de “el Olvidao” se suma de esta manera al proyecto de las organizaciones de realizar eventos culturales por medio de la música y el fútbol para visibilizar, desde su amplia dimensión cultural, el presente de los Pueblos Originarios ante toda la sociedad. De este modo, se busca salir de los estereotipos y prejuicios para avanzar hacia un camino de real interculturalidad y aceptar la Argentina Plurinacional.

Las organizaciones celebramos y saludamos estos tipos de gestos pues son muestras de que un mundo mejor y para todos es posible, si lo construimos cada día colectivamente. Convocamos a todos aquellos que sientan nuestra lucha como propia a sumarse para la construcción de una sociedad más justa y plural, con identidad e igualdad en la diversidad.

4 de septiembre de 2013

EL MAPA DE UNA ARGENTINA PLURINACIONAL

10000 mapas serán entregados por las 45 organizaciones del ENOTPO en instituciones educativas de 20 provincias argentinas. 

El martes 3 de septiembre de 2013 el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios - ENOTPO, realizó la presentación del Mapa “Pueblos Naciones Originarias en la actualidad”, en el cuál se visibiliza la existencia de 38 Pueblos Originarios y su ubicación geográfica en el territorio que actualmente es Argentina. Se realizaron 10000 mapas que serán entregados en los territorios originarios, en escuelas, universidades y organismos públicos de todo el país por las organizaciones territoriales que conforman el ENOTPO.

El propósito de las organizaciones territoriales en la elaboración de un mapa propio es reflejar la realidad territorial de los Pueblos Originarios a partir de información de primera mano, aportada por los mismos sujetos políticos involucrados, para salir de una vez y para siempre del relato hegemónico instalado por la Iglesia en la historia oficial“Hoy somos los pueblos, con voz propia y en tiempo presente quienes contamos nuestra propia realidad”.

Además, se presentó un cuadernillo, que se encuentra en proceso de elaboración, que tiene el fin de acompañar el mapa y de desarrollar con mayor profundidad la realidad territorial de cada Pueblo, su forma de organización, su identidad y su institucionalidad.

La idea del mapa de los pueblos se pudo materializar gracias al acompañamiento y al apoyo solidario del Sindicato de Comercio de Quilmes. Al respecto, Gabriel Jofre (Identidad Territorial Malalweche) expresó: “el convenio 169 de la OIT es la base del Derecho Indígena que hoy rige en Argentina y es la instancia que nos llevó a confluir a las organizaciones indígenas con las sindicales, ya que los trabajadores que estábamos en las peores condiciones éramos los trabajadores indígenas.  Entonces es importante resaltar el rol de un sindicato acompañando a los Pueblos Originarios y profundizar estos diálogos como parte del mismo proceso”.

A las 19hs del día de ayer, tras la presentación del mapa, Roberto Rodríguez, Secretario General del Sindicato, hizo entrega del mismo a las organizaciones del ENOTPO. Recibieron de manera simbólica, por la región NOA, Simón Katuari (Agrupación Comunidades Indígenas Dto San Martin) y Lili Maldonado (Consejo de la Nación Tonokote Llutqui); por la región NEA, Alfredo Angel (OCASTAFE) y Edgardo Dallacamina (Consejo Indio Pueblo Nacion Charrua), por la región Centro, Gabriel Jofre (Identidad Territorial Malalweche) y Emilio Horacio Cabral (OTEPOC); y por la región Sur, Sergio Nahuelquir (Identidad Territorial Chew Mapu Selk) y Roberto Ñankucheo (Confederación Mapuche Neuquén).
También estuvieron presentes, en apoyo de la iniciativa, Pablo Rotchen, que es originario del Pueblo Huarpe (ex futbolista de Independiente, Selección Nacional, Monterrey de México y Español de Barcelona) y “Tito” Velásquez (ex jugador de Independiente de Mendoza, Temperley y Quilmes). Asimismo, envió su adhesión Pedro Monzón, del Pueblo Guaraní (ex defensor de Independiente y actual entrenador de Platense). Todos ellos  acompañan la lucha de los Pueblos Originarios y del ENOTPO.

Fuente: ENOTPO

2 de septiembre de 2013

Las Lomitas, Formosa: LA INTERWICHI DENUNCIA A EMPRESARIO ALEMÁN POR INTROMISIÓN A TERRITORIO COMUNITARIO

El Pueblo Wichi exige Consulta Previa

Integrantes de la Organización Interwichi se encuentran en este momento en la Municipalidad de las Lomitas en donde hay una importante presencia de la Policía provincial.

(Foto de archivo Org. Interwichi)

Más de 300 personas pertenecientes al Pueblo Wichi se movilizaron este medio día a la Municipalidad de Las Lomitas para exigir que se detengan las obras iniciadas por un empresario de origen alemán en territorio de la Comunidad Wichi “La pantalla”.

Las autoridades de la Organización Interwichi, de la cual dicha comunidad forma parte, denunciaron que se han iniciado las obras con el ingreso de maquinaria pesada y que como Pueblos Originarios no han sido consultados de forma previa.

Al mismo tiempo, expresan su repudio al Intendente de la localidad por autorizar la realización de las obras en territorio comunitario sin cumplimiento del protocolo correspondiente de Consulta a Pueblos Originarios, que como representante del Estado está obligado a implementar.

La Ley Nacional Nº 24071 ratifica el Convenio 169 de la OIT que establece el Derecho de los Pueblos Originarios a ser consultados ante cualquier medida que los afecte directa o indirectamente, mediante los procedimientos adecuados y a través de sus instituciones representativas.

La Constitución Nacional, además, reconoce la Preexistencia de los Pueblos Originarios y establece que el Estado Argentino debe “Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afectan”.

FUENTE: ENOTPO