Un nuevo mapa muestra cómo los pueblos indígenas de Centroamérica ocupan y resguardan gran cantidad de bosques, ríos y aguas costeras. El 48% de los bosques son defendidos por estos pueblos, según afirma la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la red ambiental más grande y diversa del mundo. Las tecnologías cartográficas modernas proporcionan pruebas claras de que su presencia ayuda a asegurar la conservación de los ecosistemas, vitales para la reducción de las emisiones de carbono y el desarrollo sostenible. Este mapa es el más completo que se haya producido en Centroamérica, una región que alberga a 80 pueblos indígenas diferentes a lo largo de los siete países que la componen.
Financiado por la Cooperación Danesa y National Geographic Society, el mapa ha permitido que grupos indígenas y gobiernos de la región se unan a la UICN para mapear los ecosistemas bajo el resguardo de los pueblos indígenas. El área ocupada por estas comunidades, aproximadamente 282.000 kilómetros cuadrados, es más de cinco veces el tamaño de Costa Rica.
“El mapa refleja con evidencias científicas, basadas en verificación, que casi el 50 % de los bosques de Centroamérica traslapan con pueblos indígenas, al igual que los ecosistemas marinos”, dijo la coordinadora de la unidad de Biodiversidad y Derechos de la Oficina Regional de la UICN para Mesoamérica y el Caribe, María Pía Hernández.
Por lo tanto, no se puede hablar de conservación sin hablar de pueblos indígenas y su rol como guardianes de estos ecosistemas. Donde ellos se encuentran están los recursos naturales mejor conservados.
“El mapa viene a confirmar y a reafirmar una vez más que, nosotros, los pueblos indígenas, somos los mejores cuidadores de los bosques”. —Mark Rivas, representante de los territorios miskitos de Nicaragua.
El proceso de construcción del mapa implicó el contacto con 3.500 indígenas, quienes participaron en más de 130 talleres realizados en todos los países de la región, todo ello en un importante esfuerzo para actualizar la información relacionada con el uso del suelo, los bosques y los cursos de agua. El proceso de mapeo empezó en 1992, y a lo largo de los años se ha propiciado una toma de conciencia entre los pueblos acerca de sus derechos territoriales. Un equipo técnico compuesto por profesionales de diferentes disciplinas participó en el proyecto; entre ellos: investigadores indígenas, cartógrafos, científicos sociales, científicos y técnicos ambientales.
La directora regional de UICN, Grethel Aguilar, proclamó que en base a esta investigación debe surgir el diálogo entre los pueblos indígenas, los gobiernos, los grupos ambientalistas y los intereses privados, quienes enfrentarán desafíos extraordinarios en los próximos años para balancear el desarrollo económico con la conservación de los recursos naturales.
El mensaje que promueve el trabajo de investigación es el de construir alianzas; buscar nuevas formas de pensar cómo se están protegiendo las áreas de cada país, y estimular el debate entre los diferentes actores para asegurar la conservación de los bosques que quedan. El mapa entonces es un instrumento que permitirá a los pueblos avanzar en el reconocimiento, respeto y promoción de sus derechos. Además, facilitará a las organizaciones indígenas tener un mayor rol en la conservación de los recursos naturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario