© Agencia EFE Diversas organizaciones sociales marchan hacia el Congreso argentino hoy, miércoles 27 de septiembre de 2017, para reclamar la vigencia de la ley que suspende los desalojos a los pueblos y comunidades indígenas. EFE
Cientos de personas se movilizaron hoy en Buenos Aires para pedir al Congreso que prorrogue la ley de 2006 que obliga a suspender los desalojos en tierras de comunidades indígenas y exigir la "reparación histórica" de estos pueblos, que enfrentan desde hace medio siglo una dura disputa territorial.
"Vinimos a levantar la voz. Porque desde hace 500 años, los pueblos originarios venimos resistiendo la conquista. Primero del imperio español, después de los estados nacionales, y todavía estamos acá", dijo a Efe Orlando Carriqueo, portavoz del pueblo Tehuelche de Río Negro, al sur del país y representante de 120 comunidades de la Patagonia argentina.
Referentes de los Mapuches, Qom, Wichis, Villela, Sanavirones y Guaraníes, entre otros, se congregaron en el centro de la ciudad con pancartas, tambores y banderas de pueblos originarios para reclamar por sus derechos y destacar que la extensión de esta norma, que vence en noviembre, es un acto de "justicia".
En concreto, la ley 26.160, aprobada en 2006 y que ya tuvo diferentes prórrogas, declaró la emergencia "en materia de posesión y propiedad de las tierras que tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país" y suspendió la ejecución de sentencias que implicaran la desocupación de esos lugares.
© Agencia EFE Diversas organizaciones sociales marchan hacia el Congreso argentino hoy, miércoles 27 de septiembre de 2017, para reclamar la vigencia de la ley que suspende los desalojos a los pueblos y comunidades indígenas. EFE
Además, ordenaba realizar un estudio sobre todo el territorio para establecer qué tierras correspondían a cada comunidad y quedaban inmunizadas ante los desalojos, pero, según denuncian los pueblos originarios, una década más tarde sólo un 30 % de ellos tiene títulos de propiedad de sus tierras.
Acompañados de organizaciones sociales, partidos de izquierda y sociedad civil, las distintas comunidades indígenas conformaron una extensa columna y marcharon hacia la sede del Congreso argentino, donde realizarán una vigilia para pedir que se extienda la ley al menos otros cuatro años más.
Carriqueo destacó que no quieren la tierra "como una mercancía", ya que para ellos "no tiene precio" y el valor reside en que su cultura depende de la tierra para desarrollarse.
En su opinión, esto colisiona con un Estado capitalista y una sociedad que no asume que hay muchas identidades dentro de Argentina "que también han construido este país".
"'Petu mogueleiñ', dice nuestra bandera: todavía estamos vivos", apuntó.
Con él coincidió Sandra Silva, werkén (mensajera, portavoz) de los mapuches Pewel Katuwe de San Rafael, provincia de Mendoza (oeste), al apuntar en una entrevista con Efe que todos sus ancestros están en esas tierras.
"Somos pueblos preeexistentes, entonces toda la historia esta ahí, no te pueden correr (echar), es como que te vayan a correr de tu casa: es imposible que lo hagan, pero lo están haciendo", denunció.
A su juicio, lo ideal sería que la ley se prorrogase indefinidamente porque "cuesta mucho" que las 2.500 comunidades que existen en el país tengan los papeles al día.
La movilización se produce después de que diputados de los principales partidos políticos del país se reunieran este martes con representantes de pueblos originarios y se comprometieran a votar la prórroga de esta ley.
La sesión especial de la Cámara de Diputados que se celebrará el próximo 4 de octubre podrá dar el visto bueno a la Ley, pero para ello necesitará también la aprobación del Senado.
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