Unión de los
Pueblos de la Nación Diaguita - Salta
Como Pueblos Naciones preexistentes y
ciudadanos argentinos, nos preocupa el acelerado debilitamiento del estado de
derecho que se está produciendo en nuestro país en la actualidad, donde
comienzan a violarse las garantías constitucionales y pareciera estar
instalándose un virtual estado policial. Es sumamente peligrosa la
militarización del territorio ancestral Mapuche en pos de defender los
intereses de los terratenientes e inversores extranjeros en clara violación de
los derechos constitucionales supra legales vigentes para Pueblos Originarios,
así como también de los derechos consuetudinarios o derechos propios de esencia
ancestral.
Este
gobierno es el responsable de la desaparición forzada seguida de muerte
de Santiago Maldonado, hechos sucedidos en circunstancias represivas y fuera
del marco legal ejercidos por la Gendarmería Nacional, y del asesinato por la
espalda del hermano mapuche Rafael Nahuel en territorio de la comunidad Lof
Lafken Winkul Mapu, villa Mascardi, territorio ancestral Mapuche. Este mismo
gobierno avala el accionar violento de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich,
quien actúa sistemáticamente en contra de las garantías constitucionales. La
ministra Bullrich no sólo legitima la violencia institucional en base a una
supuesta y dudosa legalidad, sino que lo hace cuestionando la legitimidad de la
preexistencia de los Pueblos Originarios a través de relatos ficticios, difamaciones
y mentiras que atentan contra la dignidad, el derecho y el ser de los Pueblos
Originarios.
Notamos con suma preocupación la
reemergencia de discursos autoritarios, represivos, discriminadores y racistas
que creíamos superados a partir del proceso democrático, y que nos retrotraen a
los sangrientos procesos de colonización y genocidio vividos por los Pueblos
Originarios a lo largo de la historia. Pero aún más preocupante es la
reinstalación de un poder represivo con atribuciones arbitrarias por encima de la
justicia, que utiliza como herramienta legitimadora a los medios hegemónicos de
comunicación para impartir “justicia” y mostrar un falaz estado de derecho.
Prácticas como estas han sido utilizadas en el pasado para torturar,
desaparecer y tener un Pueblo empobrecido y de rodillas que no demande derechos.
El Gobierno Nacional instala la teoría
del enemigo interno, culpando de violencia a grupos virtuales creados por el
relato de medios de comunicación hegemónicos afines a sus intereses, y
representa a los Pueblos Originarios como usurpadores ilegales y revoltoso de
sus propios territorios. Este discurso implica el regreso del relato de la
doctrina de la Seguridad Nacional que reivindica un modelo económico-político
de características elitistas y verticalista que suprime la participación amplia
y plena de los Pueblos Originarios en su diversidad cultural y en relación
intercultural entre el Estado y las instituciones legitimas de los Pueblos Originarios,
de acuerdo a sus propias pautas organizativas y culturales. Los Pueblos
Originarios, como sujeto de derecho y sujeto político, tenemos derecho a
incidir en las políticas públicas destinadas al sector. Sin embargo, vemos con
claridad que este gobierno elimina y coarta derechos y se instala desde una
matriz militar – represiva, con apariencia democrática.
En nombre de la soberanía y la Seguridad
Nacional, el gobierno nacional timbea y saquea nuestros bienes naturales,
culturales y espirituales, espacios que son parte indivisible de la vida de cada
uno de los Pueblos Originarios. Preservar estos espacios es preservar la vida
de nuestras futuras generaciones. Pero no sólo esto ocurre en la Argentina en
la actualidad. El gobierno nacional está promoviendo la exclusión de la mayoría
de los argentinos a través de falaces reformas laborales, previsionales y
tributarias, que no son más que la institucionalidad del trabajo esclavo, la
transferencia indiscriminada de la riqueza a las corporaciones del capital extranjero,
la pérdida de derechos adquirido, y la retirada del estado y de su rol de
protector y garante del acceso a los derechos fundamentales de incidencia
colectiva que tenemos como seres humanos. Esto es lo que lo caracteriza a este
gobierno de carácter CEOcrático, neoliberal, cruel y depredador que, para
sostenerse, recurre a la violencia encubierta en la legalidad y en la
impunidad.
Desde nuestro territorio ancestral
repudiamos energeticamente y con toda la fuerza de los cuatro vientos el
accionar de este gobierno neoliberal que ataca sistemáticamente los derechos
fundamentales de incidencia colectiva, de rango constitucional, consuetudinario
y supra legales vigentes para los Pueblos Originario, atentando con la vida de
los poseedores ancestrales de los territorios quienes, como Pueblos Naciones
preexistentes, estamos desde miles de años antes de la conformación del Estado
argentino y tenemos derecho a vivir en paz en nuestros territorios. Los más de
40 Pueblos Originarios que habitamos este país plural, apelamos y convocamos a
la PAZ y a la LIBERTAD, únicos garantes para que podamos convivir en igualdad y
diversidad junto a la sociedad. Sólo queremos vivir en nuestros Territorios y luchamos
por nuestros derechos que nos asisten y por la construcción de un Estado de
iguales, inclusivo y plural.
Nuestra abrazo a la Nación Mapuche, y con
este abrazo enviamos nuestra solidaridad, fuerzas y energías a la familia del
hermano Rafael Nahuel. Su espíritu continuará junto a cada uno de nuestros
mártires y héroes que entregaron su vida en defensa de nuestra Identidad y
Territorio.
¡POR LA
MEMORIA DE NUESTROS IQUINES Y TITAQUINES!
¡JUSTICIA PARA RAFAEL NAHUEL!
¡JUSTICIA PARA EL PUEBLO MAPUCHE!
¡LIBERTAD AL LONKO FACUNDO JONES HUALA!
¡JUSTICIA PARA SANTIAGO MALDONADO!
¡CESE DE LA CRIMINALIZACIÓN Y PERSECUSIÓN A LOS PUEBLOS ORIGINARIOS!
¡RESTABLECIMIENTO DEL DIÁLOGO, CONSULTA Y PARTICIPACION!
¡PROPIEDAD COMUNITARIA INDÍGENA YA!
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