COMUNIDAD DIAGUITA KALCHAKI PIUL
Personería Jurídica: 084 /13
En el Territorio Diaguita de Piúl el día 24 de mayo del 2025 los miembros de la comunidad desarrollamos los distintos trabajos comunitarios de juntada del ganado y marcada.
Como todos los años, para estos tiempos en nuestros territorios comunitarios, realizamos distintos trabajos colectivos que hacen a nuestra cotidianidad y a nuestra identidad como pueblo originario.
Nuestros corrales suelen ser de piedra y barro del lugar, entonces es necesario a vuelta de año y ciclo volver a revocar y pircar previamente al rodeo del ganado, se restaura y se hacen los arreglos del corral, la manga para la vacunación de la hacienda, limpiar los caminos y senderos.
Al inicio de la jornada, casi de madrugada, hermanos y hermanas salieron al Cerro a juntar y rodear las vacas, estas pastorean en distintas partes del territorio, para lo cual se realizan subidas por distintos caminos, de esa manera juntarlas a todas en un lugar común de rodeo grande, y luego comenzar el arreo cuesta abajo, hacia el corral ancestral, espacio comunitario legado de nuestros mayores.
Esta actividad de juntar, campear y rodear el ganado vacuno, es una jornada de todo el día, es una larga caminata donde se va arreando las vacas, algunos hermanos a caballo, otros caminando a pata, hasta retornar con el arreo y dejarlo en el corral para trabajarlo al día siguiente.
Al otro día, a primera hora de la mañana, luego de calentar el estómago con algún te de hierbas, unos mates y algún yerbiao, comenzamos a trabajar la hacienda, con tareas de vacunación para las pestes, con capada de toros, con señalada y enflorada de los terneros.
Personería Jurídica: 084 /13
En el Territorio Diaguita de Piúl el día 24 de mayo del 2025 los miembros de la comunidad desarrollamos los distintos trabajos comunitarios de juntada del ganado y marcada.
Como todos los años, para estos tiempos en nuestros territorios comunitarios, realizamos distintos trabajos colectivos que hacen a nuestra cotidianidad y a nuestra identidad como pueblo originario.
Nuestros corrales suelen ser de piedra y barro del lugar, entonces es necesario a vuelta de año y ciclo volver a revocar y pircar previamente al rodeo del ganado, se restaura y se hacen los arreglos del corral, la manga para la vacunación de la hacienda, limpiar los caminos y senderos.
Al inicio de la jornada, casi de madrugada, hermanos y hermanas salieron al Cerro a juntar y rodear las vacas, estas pastorean en distintas partes del territorio, para lo cual se realizan subidas por distintos caminos, de esa manera juntarlas a todas en un lugar común de rodeo grande, y luego comenzar el arreo cuesta abajo, hacia el corral ancestral, espacio comunitario legado de nuestros mayores.
Esta actividad de juntar, campear y rodear el ganado vacuno, es una jornada de todo el día, es una larga caminata donde se va arreando las vacas, algunos hermanos a caballo, otros caminando a pata, hasta retornar con el arreo y dejarlo en el corral para trabajarlo al día siguiente.
Al otro día, a primera hora de la mañana, luego de calentar el estómago con algún te de hierbas, unos mates y algún yerbiao, comenzamos a trabajar la hacienda, con tareas de vacunación para las pestes, con capada de toros, con señalada y enflorada de los terneros.
A las 12:00 hicimos la ceremonia a la pachita, brindándole y convidando nuestras comidas tradicionales y bebidas, yista, cigarritos y hojas de coquita, que es nuestra manera de agradecer a nuestra madre tierra, se retribuye por todo lo que nos dio en el año, se sahúma con hierbas medicinales para limpiar los males, y generar muchas fortalezas para las familias, comunidad, y Pueblo.
Luego compartimos un almuerzo comunitario junto a tod@s los hermanos y hermanas presentes y con quienes nos visitaron en el territorio.
Al final de la actividad, convocamos a todas las visitas al corral, para proceder a fuerear el ganado, dando tres vueltas al corral en sentido del sol y la luna, de naciente a poniente, mientras se va rociando agua con una rama de moye, y así se va tirando agua a los animales, despidiendo hasta la vuelta de año, cantando con caja, pidiendo a la pachita que nuestra hacienda tenga un buen regreso a sus rodeos naturales, que se multipliquen, que estemos protegidos de todas las enfermedades y nos de mucha fortaleza a todas las familias.
Como corolario de nuestro trabajo colectivo, nos convocamos al salón comunitario para degustar el asado y un locro bien pulsudo, regado con algunos brebajes de ocasión, y así de esta manera ir cerrando la jornada junto a cada hermano, hermana, y familias que llegaron a compartir y vivenciar estos momentos territoriales.
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